jueves, 7 de octubre de 2010

Sobre el Nobel a Vargas Llosa



Para quienes me preguntan mi opinión sobre el Premio Nobel a Vargas Llosa, anunciado hoy por la Academia Sueca, debería advertir, primero, que la reacción debería ser tan compleja como se perfilan las decisiones del Nobel.

En algo tendríamos que estar de acuerdo: sin duda alguna, el Premio Nobel de Literatura es el más prestigioso para un escritor. Y, por ende, si goza de tal prestigio, es porque la misma Academia se ha preocupado en mantener un estándar de calidad, sobre todo en sus decisiones después de la Segunda Guerra Mundial.

Digo esto como previa, ya que sé que para muchos Mario Vargas Llosa no hubiera merecido el Premio Nobel, justificando este rechazo por sus posturas políticas, y muchos no se explican cómo se lo fueron a otorgar, siendo un defensor a ultranza del neoliberalismo.

Las decisiones del Nobel literario no siempre son aceptadas. De hecho, creería yo que siempre son polémicas. En las letras en español, nos habíamos olvidado un poco de la polémica, debido a que hace años que no se premia a un autor hispanohablante, y a los premiados en los últimos años son prácticamente unos desconocidos en nuestro continente.

Por ello, considero que el anuncio del premio a Vargas Llosa provoca reacciones -a favor o en contra-, porque es conocido, y se sabe hasta sus detalles extraliterarios.

Retomando lo que venía diciendo: el Nobel siempre ha sido muy complejo de comprender. Los criterios de la Academia van desde la región geográfica del autor, la lengua en que escribe, sexo, género literario dominante, marketing del autor, obras paradigmáticas, momento geopolítico de la región del autor, y, sobre todo, su calidad literaria, edad, éxito en ventas, traducciones, premios ganados recientemente, etc.

Aunque a veces sorprenda la decisión, y se justifique la decisión por razones extraliterarias, en la mayoría de ocasiones el autor galardonado también se defiende por razones literarias.

A pesar de esta complejidad de criterios para otorgar el Nobel, considero que el premio debería ser considerado únicamente por la calidad literaria. Al final de cuentas, eso será lo que perdure y lo que quedará en evidencia para las posteriores generaciones, y no si era de derecha o de izquierda, un invento de la política de posguerra mundial que quizá este modelo ideológico caduque pronto.

Vargas Llosa tiene posturas políticas que no son del gusto de todos, sobre todo de la izquierda. En Latinoamérica, la catalogación y etiquetación de Vargas Llosa como autor de derechas se ha hecho más profunda por su conflicto con García Márquez y Carlos Fuentes, que, a la larga, han dominado el mercado editorial en Latinoamérica, y para tener éxito en Latinoamérica se necesita tener el espaldarazo de estos dos (o al menos uno).

Sí, Vargas Llosa es de derecha, políticamente hablando. Pero el Nobel no es un premio político (o al menos, no debería ser tomado como esto). Es un premio literario. En todo el mundo, por ejemplo, nadie sabe que Miguel Ángel Asturias era afín a Jorge Ubico, pero todo el mundo reconoce la valía de la obra asturiana. Eso será lo único que quede.

Entonces, habría que resaltar que Vargas Llosa es un excelente escritor, y su premio lo respalda con calidad literaria.

Un punto para el análisis de este premio es que en Latinoamérica no hemos hecho una separación entre el intelectual y el escritor. Para nosotros, todo escritor es un intelectual, y todo intelectual es necesariamente un escritor (o artista). Por ello, vinculamos la idea que un buen literato es también (o debería ser) un buen político. De hecho, nuestra historia revela múltiples ejemplos de escritores que han participado en procesos políticos.

Sin embargo, Augusto Monterroso tenía una lección histórica que escribió en Viaje al centro de la fábula, y refería que José Martí, en su papel de escritor, creó prosas y poesías excelentes. Pero cuando quiso luchar por la independencia de Cuba, tomó su fusil y lo mataron. Es decir, supo separar al político del escritor. Aprendamos esa lección: separemos al Vargas Llosa escritor, que merece el Nobel, y el Vargas Llosa político, que podría no simpatizar con todos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es bien difícil hacer esa separación obra/hombre, sobre todo si no se cuenta con los recursos teóricos y metodológicos para ello. Ese es mi problema con Vargas Llosa, que para mi sigue siendo el "##¤% que le lava la cara al fascismo latinoamericano.
No sé, es difícil separar ambas cosas. Humano que es uno.

Agradezco tu post.

Linterna Verde

EduardoG. dijo...

Hola
Agradezco tu comentario y me parece bastante bueno.. Creo que V.Ll se merecía este premio sin ninguna discusión. En "la Fiesta del Chivo" V.Ll desnuda sin medias tintas una sanguinaria dictadura de ultraderecha... y de otra parte, no se quien ni donde escribio esa "ley latinoamericana" de que para ser un escritor excelente hay que militar en la izquierda. Que necedad.

Engler dijo...

Si el Premio Nóbel fuera un concurso de calidad artística no hubiera absolutamente ninugna discusión.

Pero no lo es y se entrega en observación a lo "última voluntad" de Alfredo Nobel expresada en su testamento.

"La totalidad de lo que queda de mi fortuna quedará dispuesta del modo siguiente: el capital, invertido en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyos intereses serán distribuidos cada año en forma de premios entre aquéllos que durante el año precedente hayan realizado el mayor beneficio a la humanidad. Dichos intereses se dividirán en cinco partes iguales, que serán repartidas de la siguiente manera: una parte a la persona que haya hecho el descubrimiento o el invento más importante dentro del campo de la física; una parte a la persona que haya realizado el descubrimiento o mejora más importante dentro de la química; una parte a la persona que haya hecho el descubrimiento más importante dentro del campo de la fisiología y la medicina; una parte a la persona que haya producido LA OBRA MAS SOBRESALIENTE DE TENDENCIA IDEALISTA dentro del campo de la literatura, y una parte a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz."

Como es posible deducir entonces, el Nobel de Literatura, junto a los otros, no es un concurso "Alfafuara" o de esos. Y es complejo y por eso mismo la designación de Vargas Llosa es muy discutible.

Vargas Llosa es un escritor cuya obra no necesita que se le defienda. Y evidentemente para valorarla hay que hacer la separación que menciona el post. Para efectos del Nóbel, me parece que no, por lo que entrecomillaba arriba.

Saludos,

Anónimo dijo...

Si la "Academia se ha preocupado en mantener un estándar de calidad, sobre todo en sus decisiones después de la Segunda Guerra Mundial" ¿por qué Churchill recibió el Premio Nobel de Literatura en 1953?

Anónimo dijo...

La Academia es una institucion profundamente politizaday en consecuencia su eleccion no va desvinculada de la actualidad economica, Friedman recibio el nobel en economia y gracias a él tuvimos las politicas de schok que dejaron millones de pobres por el mundo entero. La terminologia izquierda\derecha no es un invento de la posguerra, esto existe desde los tiempos de la revolucion francesa. José Marti escribio "Nuestra América" y cientos de poemas sin separar, es imposible separar de su conciencia al escritor del politico. Vargas Llosa ya no sorprende a nadie con la calidad de sus ultimas novelas, que son bastante inferiores a los periodos de "La Casa Verde". Es el Friedman de la literatura...