miércoles, 20 de abril de 2011

Simplemente, una buena noticia

Este Jueves Santo, mi hijo Miguel Antonio cumplirá dos meses de nacido. No es gran cosa lo que le cuento, y quizá a usted ni siquiera le importe. Pero, en estos tiempos en que las noticias nos hablan de divorcios por conveniencia, el simple hecho de que una familia crezca es, per se, una buena noticia.

Como decía San Pablo, “cuando era niño, pensaba como niño” (1 Corintios 13:11). Por eso, creo que el ser humano debe ir evolucionando y no continuar siendo egoísta como cuando se era niño; la persona crece cada vez que se asume mayores responsabilidades en la vida, y con cada estadio en nuestra evolución de relaciones personales, crece nuestro espíritu.

Por ejemplo, cuando una pareja se une en matrimonio (o simplemente se une), la persona deja de ser un poco egoísta, y empieza a pensar en el cónyuge. No digamos cuando nace un hijo, que el grado de entrega aumenta casi al máximo.

Hay otro tipo de vocaciones, como la vida religiosa, que opta por entregarse a un nivel mayor; también, aquellas personas que optan por la soltería para que su vida sea más productiva, como la de un científico que busca las 24 horas del día la cura para enfermedades.

En el caso de la mayoría de los mortales, se vive la experiencia de la familia, y por eso creo que usted me entiende cuando le digo que el nacimiento de bebé es, simplemente, una buena noticia.


Cuando vienen los hijos, los padres se quitan “el pan de la boca”, como usualmente se dice, pero no sólo el pan, sino que también los zapatos, el programa de televisión, el sueño, los vicios, y otras tantas cosas, para que los hijos puedan tener lo mejor. Y este proceso de pensar en el otro -el cual se da muy naturalmente por el amor tan entrañable que se forma- uno mismo va creciendo personalmente, a pesar de que, materialmente, uno se pone en último lugar.

Por eso, provoca rechazo que algunos políticos nieguen, primero, sus vínculos de grado y parentesco, y después se divorcien, con tal de alcanzar objetivos personales, cuando el objetivo de la familia es todo lo contrario: pensar en el otro.

Por el contrario, me parece paradójico que, para asumir la jefatura de un Estado que se organiza para proteger a la familia, se haya tenido que, precisamente, desligar de la familia. Por eso, tan sólo con mantener la familia unidad, cumplimos más con la Constitución Política de la República de Guatemala. Porque la política empieza en el hogar.

De hecho, para los que dicen que combaten la violencia con inteligencia (o bien, para los que dicen que la violencia se combate con mano dura), no se dan cuenta de que la violencia que se vive en el país es el reflejo de la violencia intrafamiliar. Afuera, en las calles, los violentos y los delincuentes sólo replican el mismo modelo que se les enseñó en casa. Para poder cambiar la situación de la violencia, primero hay que empezar con sanar los horrores de la violencia intrafamiliar, que a veces nos sorprende más que la violencia pública.

Por eso, el simple hecho de que una familia esté bien, y esté contenta, debería ser motivo de alegría social. Quizá a usted no le interese, porque no me conoce, pero seguramente se alegra cuando algún conocido recibe a un bebé en su hogar. Pero, lastimosamente, cada día nos inundamos de violencia de adolescentes -casi niños- que seguramente se unieron a la mara buscando el afecto que no recibían en su familia.

Decía el cantante argentino Facundo Cabral, que cada niño que nace era una buena noticia, porque significaba que Dios aún confiaba en nosotros, y por eso nos lo enviaba. También es una buena noticia cada niño que nace, porque a pesar del pesimismo por la corrupción y la violencia, porque significa que las personas aún creen que este país tiene solución y confían que sus hijos tendrán un futuro mejor.

4 comentarios:

marielos dijo...

Que entrada más linda. Muchas felicidades por su bebé, tiene razón, no lo conozco, pero leer esas reflexiones sobre la paternidad me hacen encontrar alguna afinidad con usted. Saludos.

maría esther velezmoro dijo...

Mario
Primero te felicito por tu niño.Soy madre y entiendo perfectamente tus emociones. Pienso que Dios no se cansa de darnos oportunidades, nos regala su confianza cada segundo en cualquier parte del mundo y aún no entendemos para qué estamos en la tierra. ¡Qué desperdicio!
Quízá el se conforma con la tranquilidad de conciencia de unos cuantos; en nuestra especie unos cuantos tal vez sea suficiente.
Felicidades a tu familia.

maria blanco dijo...

SIMPLEMENTE MARAVILLOSO, HA SIDO CONSEGUIRME CON SU REFLEXION TAN ESPIRITUAL Y ACERTADA, Y SABER QUE EXISTEN HOY SERES HUMANOS CON TAN HERMOSA CALIDAD HUMANA Y QUE ES CAPAZ DE DEMOSTRARLA ANTE EL MILAGRO DIVINO QUE ES CONVERTIRSE EN PADRES.LES FELICITO DE CORAZON A UD. Y SU SEÑORA,AL BEBE INFINITAS BENDICIONES Y QUE DIOS LOS MANTENGA SIEMPRE UNIDOS.

Unknown dijo...

Me encantaa!!
Hermoso bebé
Besos