El sistema de partidos políticos ha fallado en Guatemala. Eso es evidente siempre, pero sobre todo ahora, en época electoral, en que deben recurrir a postular a puros desconocidos.
Veo los afiches electorales, y, salvo algunas excepciones, me son desconocidos muchos de ellos. En especial, con respecto a las candidaturas de diputados –por listado nacional, distrital y Parlacen- y alcaldes; peor aún, son más desconocidos los candidatos a síndicos y concejales.
Con la mejor sonrisa fingida que pudieron hacer, y después de descartar unas 300 fotografías, eligieron la menos peor, en la que aparecen con la cara más amable. Y, así, los Anónimos pretenden que les dé mi voto, sin saber siquiera quiénes son, qué han hecho o qué pretenden llegar a hacer.