"Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! / Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, / la resaca de todo lo sufrido / se empozara en el alma... ¡Yo no sé!"
César Vallejo
Al observar las presentes campañas proselitistas, sinceramente no me dan ganas de votar por alguno de ellos. Al revisar lo que ha hecho el presente gobierno, me dan ganas de que se termine, de una vez por todas, el período.
En la televisión, los periódicos, la radio y en los postes de electricidad, hay una constante verborrea sobre quién, en verdad, sabe cómo mejorar el país. Pero yo siempre me pregunto si todas estas propuestas y promesas realmente llegan a la gente, les ayuda a vivir mejor y, sobre todo, a ser felices.
Esto, a muchos, les parecerá una visión muy "romántica", o es como pedir peras al olmo. Pero yo creo que enfocarse en las verdaderas necesidades de la gente debe ser éticamente lo correcto. Por lo menos una vez al año, releo el discurso de Jacobo Arbenz Guzmán cuando asumió la Presidencia, y recuerdo que él proponía el desarrollo económico de Guatemala, pero "hacer que esta transformación se lleve a cabo en forma que traiga consigo la mayor elevación posible del nivel de vida de las grandes masas del pueblo", ya que sin esto no sirve.
Durante este gobierno, o el anterior, y el anterior, en ninguno de los cinco anteriores, mi vida ha sido mejor; peor, creo que sí. Y las propuestas de los actuales candidatos no han dicho cómo mejorar mi vida y la de mi familia.
Mientras tanto, los guatemaltecos y guatemaltecas nos aferramos a promesas de mejores tiempos (sin parafrasear a la UCN), pero que solamente son esperanzas. La inseguridad nos golpea constantemente. Sinceramente, creo que quienes realizan actividades al borde de la ley no le temen a nada, pues esta sociedad no ha enseñado a dar correctivos a tiempo.
La gasolina está cada vez más cara; con una larga cara motivada por la decepción, la Ministra de Energía y Minas se encogió de hombros, e indicó que su cartera no puede hacer nada para evitar el alza. Agradezco la sinceridad de la Ministra, pero esto poco hace por mi vida.
Las lluvias, gracias a Dios, sólo nos han dado un aviso en esta semana, pero, si así es el inicio del invierno, ¿cómo será más adelante que el terreno está más flojo y los ríos más crecidos?Y así como la lluvia sólo ha servido de presagio, de anuncio, también estamos recibiendo otras señales del dolor que se avecina, como los heraldos negros de César Vallejo.
El aumento a la canasta básica, las decenas de asesinados diarios (a pesar de que los medios de comunicación se esfuerzan por no comunicarlos todos), los paros de buses, la contaminación, y un largo etcétera, sólo nos indican que algo muy feo se avecina.
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