El jueves 30 de agosto, a las 11:00 de la mañana, en el Palacio Nacional de la Cultura, el escritor Mario Roberto Morales recibirá el Premio Nacional de Literatura "Miguel Ángel Asturias", la distinción más alta que se le puede conferir a un escritor en Guatemala.
En el acto, se esperan las palabras de Morales, así como la entrega de la medalla, el premio en efectivo y la entrega de un libro.
Como cláusula del premio, la Editorial Cultura edita un libro del ganador. Para esta ocasión, se eligió la reedición de "Señores bajo los árboles", el cual será entregado a su autor mañana mismo.
¿Quién es?
Mario Roberto Morales es escritor, académico y periodista. Nació en Guatemala en 1947. Surgió al mundo literario como narrador, con su libro de relatos breves "La debacle", el cual fue presentado en 1969.
Según el autor, este libro surgió de la siguiente manera: "mi padre estaba recién fallecido, y yo me encontraba muy sensibilizado por esto. Me tuve que hacer cargo de una farmacia que tenía en Santa Lucía Cotzumalguapa. En el camino, leía a Miguel Ángel Asturias y a Albert Camus; a manera de juego, empecé a realizar algunos artificios de lenguaje, lo cual derivó en La debacle".
Sin embargo, fue con la publicación de "Los demonios salvajes", una novela juvenilista, según su autor, que se le ha otorgado fama como narrador. Este libro recibió el Premio Único Centroamericano de Novela, en 1977, y al año siguiente fue publicado.
El poeta
A pesar de que se le ha catalogado como narrador, Mario Roberto Morales también ha incursionado en la poesía. Ha escrito epigramas, que son versificaciones breves y picantes. Dos libros con ese estilo ha publicado, pero que recientemente se han publicado en uno sólo, con el nombre de "Epigramas para interrogar a Patricia y manual de purificación", en 2005.
El testimonio
Mario Roberto Morales también fue militante de la insurgencia. Desde ese punto de vista, su obra literaria ha tenido bastante influencia. "Los que se fueron por la libre" es una novela publicada por entregas periodísticas, que luego fue recopilada. Se trata de un testimonio novelado de su participación guerrillera.
Asimismo, "Señores bajo los árboles", al que el autor ha otorgado el género de "testinovela", es la recopilación de testimonios de indígenas y víctimas de la guerra. También, "El ángel de la retaguardia", que recoge sus experiencias de su militancia.
Académico
El Premio Nacional de Literatura 2007 es doctor en literatura y cultura latinoamericanas por la Universidad de Pittsburgh, y actualmente se desempeña como profesor de su especialidad en varias universidades extranjeras.
Desde este ángulo de su profesión, ha publicado "La cultura de la violencia" (1973), "El método de la ciencia" (1981), "La ideología y la lírica de la lucha armada" (1993) y "La articulación de las diferencias o el síndrome de Maximón" (1999), que es su tesis doctoral, y que es una publicación fundamental para el pensamiento guatemalteco y latinoamericano.
Columnista
Casi a diario publica una columna de opinión; en el matutino elPeriódico tiene un espacio los miércoles. En los periódicos por Internet La Insignia (www.lainsignia.org), de Espa, y en el portal mexicano A fuego lento (www.afuegolento.mexico.com).
Según Morales, no es que tenga disciplina para escribir, pero le gusta ver sus pensamientos concretizado en lenguaje escrito.
Proyectos a futuro
Con la publicación de "Señores bajo los árboles", el autor se siente satisfecho, pues es un libro que no había tenido mucha difusión.
Los proyectos venideros son la publicación el próximo año de su novela "Obraje", con la que había ganado ya los Juegos Florales Centroamericanos de Quetzaltenango, pero que había perdido los originales.
Además, tiene pendiente el inicio del rodaje de una película, género al cual ya había incursionado, con la publicación de un guión-novela "El esplendor de la pirámide", así como escribir una obra teatral.
1 comentario:
Envidia literaria
Rodrigo Pérez Nieves
X es un escritor mayor que se niega leer a Mario Morales. Teme, terriblemente, descubrir que Mario Morales le va a restregar la verdadera literatura en la cara. Por supuesto no lo reconoce. X Da charlas y conversa con amigos de Homero, La Divina Comedia y el Quijote. Porque, claro, hablar de Homero, de Dante y de Cervantes, no constituye un peligro, un riesgo para sus ilustres propuestas literarias. Porque no son contemporáneos y nadie los va a comparar y nadie va a salir por detrás de una mesa con una UZI a descerrajarle una balacera en la cara. Hablan de cosas comunes, de literatura clásica y admiran, repito, a Cervantes, porque Cervantes está muerto. De vez en cuando se ríen de la obra de Coelho, porque, por supuesto, es fácil reírse de la obra de Coelho, o porque nadie puede decir que Coelho pertenece al planeta literatura. Así como van las cosas, cada uno de los amigos de X, incluyéndolo, hablan y hablan y se elogian y se soban las espaldas y nadie osa nombrar a Mario Roberto Morales. Sin embargo, Morales está presente y se les aparece en la memoria más de una vez. No lo dicen, porque lo tienen proscrito, porque Morales escribe de frente, transitando por el abismo, entrando corriendo en una habitación a oscuras, cuestión que ninguno de ellos ni siquiera imaginó hacer porque estaban muy ocupados con sus amiguitos y con sus tertulias y con sus cargos diplomáticos. Pero X, sí lee a Morales, corrijo, bajo su cama esconde un ejemplar de La Articulación de las Diferencias y todas las noches mientras su mujer duerme, lee un parrafito y se larga a llorar, acechado por la envidia.
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