En estos momentos, la industria del cine está viendo cómo una película se está convirtiendo en uno de los más grandes fenómenos taquilleros de la historia: Los Simpson.Aprovechando la coyuntura de la temática de este suplemento, habría que revisar que el público, no importa de dónde ni de qué época, siempre se ha rendido ante las familias disfuncionales y, más que eso, ante los patanes.
Los Simpson, la serie, ha sido catalogada como una parodia y, también, como una burla a la sociedad estadounidense. Como buena parodia, los parodiados no se dan cuenta que se ríen de sí mismos.La serie ha sobrevivido por 18 años, teniendo un éxito rotundo. La película solamente es la coronación de un éxito, que está recaudando los laureles en las taquillas, tal como es el sueño de Hollywood.Sin embargo, la fórmula no es nueva, es decir, la familia “disfuncional”, que a la larga, termina siendo más afín a la realidad.Mucho se ha dicho de la estética de Los Simpson; ésta podría estar determinada por las categorías de lo grotesco y lo feo, tan común durante la historia del arte español, con Quevedo, Goya y Valle-Inclán.
En Francia
Lo grotesco parece ser un “invento” francés; los patrones clásicos grecolatinos no permitían estos valores. Debió de ser en la región gala, fusión de los pueblos bárbaros con la cultura romana, la que permitiera esta explosión.
Gargantúa y Pantagruel, dos novelas de François Rabelais que luego se fundirían en una, es la historia de dos “gigantes” (aunque en verdad no lo son), que se burlan de la cultura francesa, estando más allá del bien y del mal, y rechazando toda moralidad. Ésto podría ser el antecedente “grotesco” más antiguo a Los Simpson.
Sin embargo, el personaje literario que más se le asemeja, sobre todo al patriarca de la serie de televisión, Homero Simpson, es Padre Ubú, el personaje de la serie de obras teatrales de Alfred Jarry, quien es un “hombre” ambicioso, sin moral, sediento de tener el poder, a costa de cualquier cosa (mata, engaña, miente, traiciona, se esconde, se retracta, etc.)
Homero Simpson ha sido asemejado con Padre Ubú en muchos aspectos; sin embargo, el personaje de Jarry ha sido ajeno a cualquier moralidad, mientras que Homero aún deja entrever rasgos de humanidad (de vez en cuando, eso sí).
Series televisivas
Pese a los anteriores antecedentes, que podrían ser influencias de los guionistas de Los Simpson, en la historia de la televisión estadounidense existe una larga tradición de las familias disfuncionales.
Todo proviene de que, al inicio, la televisión estadounidense fue vista como un “motivo para unir a la familia” (todo lo contrario a lo que se piensa actualmente); por esa razón, se pensó que la caja de imágenes podría ser un excelente medio para transmitir moralidad, buenos valores, reglas de ciudadanía, etc.
Tardíamente, algunos productores reaccionaron en la década de los sesenta en contra de las “familias modelo”, de las series que culminaban con una moraleja, y de la televisión didáctica.En consecuencia, dos familias disfuncionales salieron a pantalla: Los locos Addams y Los Munsters, que, más que extrañas familias, se parecían más a las familias reales estadounidenses.Asimismo, la serie de caricaturas Los Picapiedras buscaba más o menos lo mismo; intentaba mostrar a un padre enojón y una esposa que debía corregir constantemente al marido. Además, se burlaba de la “modernidad” que llegaba a las familias estadounidenses a través de los aparatos eléctricos; pero, como imagen, las familias empezaron a verse a sí mismos como verdaderos “hombres de las cavernas” ante tantas maravillas que se producían.
La serie estaba enfocada para niños, pero muchos adultos se prendían de la televisión para identificarse.En conclusión, el éxito de Los Simpson debe verse como la culminación de una larga tradición de las familias disfuncionales, y, sobre todo a Homero, como una más larga trayectoria de patanes, que empezaron, al menos, desde el Padre Ubú de Jarry.
Posterior a Los Simpson, han salido varias series estadounidenses más que continúan con la tradición, como Futurama, Hombre de familia y Malcolm.
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