miércoles, 7 de noviembre de 2007

Radicalidad, ingeniero Colom


El gobierno de la GANA inició quejándose del “pésimo” gobierno del FRG, y antes de que pudieran empezar a hacer “algo bueno”, tenían que sanear al país. Esta excusa fue un retardador para que la gente no pidera acciones rápidas, y tal “saneamiento” del país, no se ha dado.
Pero, si se quiera, cada gobierno puede tener la misma excusa. Y, lejos de lo que podría inferir algún columnista sabatino, Álvaro Colom deberá enfrentar algunos “obstáculos” que nuestro Berger le va a dejar, en particular sobre política energética.
El problema del diésel y el aumento a la tarifa eléctrica no afectará a Berger, quien no tendrá que preocuparse de inventar excusas para cuando el petróleo llegue a los cien dólares.
Como expresé el lunes, me parece que la prevalencia del voto rural no fue casualidad, y sobre todo el rechazo a las opciones presidenciales netamente empresariales. Álvaro Colom centró su discurso en los programas sociales, especialmente en el área rural, y, he ahí su victoria.
Sin embargo, no le hubiera sido tan efectiva si el actual presidente no hubiera beneficiado tanto al empresario, y empobrecido más al pobre.
Es imprescindible, en consecuencia, que las primeras gestiones de Álvaro Colom sean en favor de los marginados, y no tanto en el tema de la seguridad.
Las soluciones deben ser radicales, y esta palabra, analizada desde su etimología, significa “raíz”, y en la raíz de todo problema siempre hay seres humanos.
Aunque no es medible estadísticamente, la frustración, la tristeza, la decepción y la depreción, es un factor común en todos los guatemaltecos, ya que el gobierno de Berger no se preocupó por la gente, sino por sólo mantener los niveles macroeconómicos y en aumentar las ventas empresariales.
Por ende, señor presidente electo, Álvaro Colom, recuerde que usted ganó esencialmente por el rechazo a políticas empresariales, y que sus simpatizantes (y creo que hasta los que no votaron por usted) esperan una mejora sensible en su calidad de vida.
El desvelo del endeudado, la ansiedad del desempleado, la tristeza del huérfano que vio perder a sus parientes por la violencia extrema, la depresión continuada del obrero, no son estadísticas que usted pueda presentar en su informe anual de la ONU, pero, sin duda, es más saludable para el país tener a gente que camine con la columna vertebral recta, con el andar recto, seguro y tranquilo, y con la mirada al frente, sin preocupaciones, sin tristeza, sin decepción.
Todo pasará

...Y todo pasará
Y yo estaré contigo en la mañana de las
reconstrucciones.
Sí. Estaré en Zacapa y estaré en Chiquimula;
estaré en
todas partes por donde la muerte anduvo
desalojando la esperanza.
Yo
estaré allí para besar
la sangre náufraga de los ladrillos muertos. Para
enjugar la última lágrima vertida.
Estaré allí
para borrar con mi frente
los escombros
y los recuerdos tristes.
Pondré una rosa y un soneto
en
cada tumba colectiva.
Pintaré un vástago de mi voz, una sonrisa,
un
estremecimiento de mis labios
en las palmeras resueltas.
Y besaré los
nuevos ladrillos y los muros
definitivamente edificados.
Sí. Todo
pasará...
Y vendrán nuevas madres para los niños huérfanos.
Y vendrán
nuevos hijos para las madres tristes.
Y un nuevo pan
más dulce y más
sabroso
desbordará las mesas de mi pueblo.
Y una nueva
esperanza
desbordará los pechos reconstruidos.

poeta guatemalteco

1 comentario:

MarianoCantoral dijo...

El cambio, no lo hace un señor electo por el voto popular, el cambio esta incrustado en nosotros, ay que inundar de esperanza a nuestros compatriotas, inyectarles un tantito de conciencia, de paz, ay que vivir de verdad, no vivir muriendo…esperando que alguien lo haga por nosotros.

Fragmento inédito:

“El sol alumbró después una infinitez a punto de alcanzar la eternidad, todos de pronto, dejaron de ser muy malos, fue extraño, no hubieron mas muertes provocadas, fotos amarillas de rojo en periódicos morbosos, y así, no se hurtaron mas corazones, la propiedad, no fue mas un personalismo atributo, todos eran felices, muy extasiados.

Las armas se presentaron etéreas, nunca mas se gestó la guerra en ningún imaginario, eran armoniosas las tardes, el empleo abundaba, los motivos de cambio, forjaron un sistema novísimo, sin tèrmino preciso, en la doctrina.

Todos fueron buenos, todo, de hecho, fue celestial y placentero. No hubo mas nesecidad de entregar la fe en un muchacho cuarentón en papeletas, cada quien fue solidario, no hubo nesecidad de ello”.. (Mariano Cantoral)

Avante Mario!

Mariano