jueves, 14 de mayo de 2009

Esto no es una pipa


La semana pasada, en el Blog del Verde se publicó una post en el cual se mostraba sorprendido, si no confundido por la muestra por la exposición El proyecto incompleto en el Centro Cultural de España de La Antigua Guatemala.

En él, El Verde criticaba las obras expuestas ya que reconocía no comprenderlas. A mí me gustó el post, porque, como le comenté en esa entrada, me parece que en Guatemala falta aún mucha crítica de arte. Básicamente, comenté que sin crítica (de arte, política, económica, literaria, etc.) el país simplemente no sabe por dónde ir.

Claro está, que hay personas que creen que el crítico escogió esa profesión o actividad por falta de talento, y se dedica a chingar a los “artistas”. Por supuesto, creo que en algunos es válido, pero no hay por qué generalizar.

El crítico -como un artista, albañil o médico- necesita de preparación y sensibilidad para hacer su trabajo. Por ejemplo, no podemos decir que alguien se hace árbitro sólo porque no podía jugar bien al futbol, porque obviamente es falso a todas luces.

Pues, resumiendo, me pareció que El Verde hace un ejercicio bueno de cuestionarse sus visitas artísticas y argumentar por qué le gustó y por qué no le gustó.

Y, como complemento, en el Magacín, el renovado suplemento dominical de Siglo XXI, se publica también una nota sobre el tema, de parte de Miguel Flores Castellanos, que de nuevo cuestiona la misma exposición.

Pese a estos esfuerzos críticos, el Diario de Centro América publica hoy una nota, que se aleja de lo noticioso y lo crítico para caer en la subjetividad, en la Sección Arte y Cultura, en donde prácticamente adversan a Miguel Flores Castellanos y su crítica dominical del Magacín. No coloco el link directo porque creo que no sirven en el Diario de Centro América por no guardar versiones anteriores, pero vayan a la página www.dca.gob.gt, del jueves 14 de mayo en la sección referida y lo encontrarán.

El periodismo cultural de Guatemala -y por qué no extenderlo a Latinoamérica (con algunas excepciones)- es básicamente la cartelera cultural de los sectores poderosos y de los cuates de los periodistas culturales. Obviamente, la gente del Diario de Centro América tiene afinidad por los eventos del Centro Cultural de España, de La Antigua y de la Capital, y eso no importa, pero no es válido mentir por ellos, a fin de dar una visión falsa.

Además, el texto del Diario de Centro América define a Rosina Cazali como “la crítica y curadora de arte contemporáneo en Guatemala —por muchos años ha sido la única—”, lo cual no es del todo cierto, porque en Guatemala ha habido otros curadores y críticos, que no mencionaré por el momento, pero que sí hay y los ha habido; esta situación me molesta mucho porque hay cierto sector dentro del periodismo cultural guatemalteco que intenta invisibilizar el fluir artístico del país, creyendo que lo que ellos dicen es lo único que vale la pena.

Es cierto, como mencioné en el blog del Verde, nos hace falta mucho por aprender para poder intentar una buena crítica cultural, pero al menos los intentos que se hacen ahora ya es un buen camino, necesario, incluso con sus tumbos, para favorecer el surgimiento de un arte que nos represente y exprese nuestro sentir.

Foto: Esto no es una pipa, el famoso cuadro dadaísta de Matisse, que incluso influyó en Foucault para un libro.

5 comentarios:

Wendy García Ortiz dijo...

Hola! Estoy de acuerdo contigo en que existe ese grupo dentro del que no caben todos los artistas guatemaltecos, sólo unos pocos, a quienes defiende una curadora.
¡No sólo es difícil ser artista en este país, sino que además, el único grupo con posibilidades es hermético!
Ojalá falte poco para que cambie esa situación.
No quiero ni imaginar a cuántos talentos se está marginando.

Mario Cordero Ávila dijo...

Gracias, Wendy. Lo que nos falta también es mucha madurez artística, que se logra con mucho ejercicio artístico y crítica literaria.

A los artistas les toca la función de prepararse bien y proyectar su obra en cualquier espacio. Si es una buena propuesta, los medios de comunicación quedan en mal por no darles difusión. Y ésa es la mejor idea para presionar a un mejoramiento de un periodismo cultural.

Claro, falta mucho en este aspecto, porque periodistas que asuman este tipo de notas deberían tener una formación especial. Quizá habrá que plantear que las universidades implementen en sus escuelas de comunicación diplomados o especializaciones de periodismo cultural, así como cabrían también las especializaciones de periodismo deportivo, económico, político, social, comunitario, departamental, de salud, de opinión, de investigación, etc., porque no sólo el periodismo cultural está mal en Guatemala, sino que el periodismo en general.

Y gracias por tu comentario.

el VERDE !!! dijo...

"El arte es subjetivo, sino dejaría de ser arte" decía un cuate mío desde su particular visión de filósofo.

En parte le doy la razón, porque sí encuentro una diferencia abismal entre una pieza de arte (creada, pensada, trabajada) y la mera necesidad o deseo de expresión de una persona, a veces, artistas.

Bajo los parámetros actuales, se considera obra de arte que una ama de casa estresada quiebre una escoba en tres partes y coloque los pedazos sobre cualquier superficie. La pieza se llamaría "estrés", "ya no", "harta" o si lo queremos más conceptual "limpieza" y tendría, irónicamente, un poco de basura alrededor.

Este tema da para mucho. Y no es la primera vez que se ventila en la red. Recuerdo algunos casos pasado de cadenas de emails.

Ahora, o el arte se mueve al doble de la velocidad de la luz, o nuestro medio se saltó la transición de un solo cuentazo para dar la talla de lo globalizadamente reconocido como arte actual.

Lo de los conectes y amiguismos en los agentes culturales y los medios es un tema enquistado. Siempre está el colador del juicio de uno, dos o un pequeño grupo.
Creo que hace unos 4 años se reconoció a un grupo emergente, pero seguimos con esos emergentes. ¿y el resto?

Si de verdad se recogieran TODAS las actividades para una agenda cultural, encontraríamos diariamente en los medios por lo menos 1 página con información elemental: hora, lugar, costo, actividad... Profundizar en cada actividad, cubrirla, y hacer crítica de ella ya son otros Q5.

Considero que el ejercicio de la crítica sigue interpretándose como una hepática lapidación, con cada piedra envuelta en veneno y envidia. Pocos son los que tienen la madurez de ejercitarse, y por suerte veo que la mayoría de los rostros activos saben escuchar, especialmente los preparados, los que cuentan con experiencia (tanto de aula como de simple observador).

En fin, por lo menos plasmamos nuestra impresión. El tiempo o la realidad quizá nos dé la razón, o por lo menos haga reconsiderar las cosas de ahora en adelante.

Saludos hasta "Las Francias" al autor del Diario Paranoico.

tania hf dijo...

Mario, gracias por estas referencias. No conocía la crítica del Dr Flores, la cual me pareció muy interesante y constructiva.
Se ve que no es una crítica malintencionada. Lo que pasa, y eso lo dice él también, es que nos hace falta una educación para la discusión. Los guatemaltecos no hemos aprendido a discutir ni a dialogar. Eso no solo se ve en en la reacción del Diario de Centroamérica sino también, entre otros, en el caso del asesinato que ocupa actualmente los periódicos. En lugar de entablar una discusión, o de defender un punto, lo que trata la mayoría es de descalificar al otro. Y así no hay posibilidad ni de crecimiento ni de entendimiento y mucho menos de esclarecimiento.
Este tipo de entrenamiento para la discusión y el análisis debería empezar a nivel escolar. En los colegios y escuelas se aprende a memorizar, no a analizar ni a tener una visión crítica. En las clases de literatura se presentan resúmenes de libros (que nadie lee) o se memorizan poemas. En la de artes plásticas, se hacen dibujos y proyectos sin ninguna base artística. En historia se memorizan datos. Es posible que esto haya servido durante la guerra para no dar lugar a que la gente pensara, pero ya va siendo hora de cambiarlo. También a ese nivel se necesita preparación, preparar tanto a maestros como a alumnos. Como "efecto colateral" aumentaría el número de lectores de los suplementos culturales y visitantes de museos, y tal vez mejoraría el ejercicio artístico.
Mientras esto cambia, los suplementos culturales ayudan a la llevar el conocimiento a la población. Por eso me gusta su suplemento. Gracias.

Anónimo dijo...

El cuadro de la imagen no es de Matisse, sino de René Magritte, se llama La traición de las imágenes (Esto no es una pipa), fue pntado etre 1928 y 1929. Errores como estos solo refuerzan el valor de lo expresado en este blog, lo cuales válido para toda centroamérica