martes, 16 de junio de 2009

Apología del ocio


Tú has trabajado veinte años

para reunir veinte millones de pesos,

pero nosotros daríamos veinte millones de pesos

para no trabajar como tú has trabajado.

Ernesto Cardenal


Al principio de los tiempos, el ocio era lo esencial y no existía nada contrario a él. Según su etimología, el ocio significa "actividades del tiempo libre". Sin embargo, este tiempo libre está subordinado al "tiempo ocupado".


Como decía, el ocio, para los antiguos griegos, era la norma. Si alguien se dedicaba a otra actividad, especialmente con fines comerciales, entonces éste se dedicaba al "negocio", es decir, la "negación del ocio".


En tiempos tan pragmáticos como los de ahora, el ocio es considerado como superfluo, tiempo de desperdicio y sin ninguna razón de ser. Si mucho, el ocio podría ser productivo si éste se dedica al arte, pero éste se valora si con él se gana algún dinero; es decir, es el "neg-ocio" del arte.


Esto no implica que el tiempo libre y el ocio deban desperdiciarse en actividades malsanas o destructivas. Implica que el ocio puede y debe utilizarse para realizar acciones comercialmente improductivas, pero valiosas para la formación integral de la persona.


Valorar el tiempo libre, es valorarse a sí mismo, como persona. Utilizarlo para desarrollar actividades espirituales (no necesariamente religiosas, sino que fomenten nuestro espíritu) es una obligación.


Una vida dedicada completamente al negocio, no es vida. Una vida dedicada a la especialización a través del trabajo, no es vida. Es necesario el ocio para realizar actividades ajenas al negocio.


El ocio tiene un carácter lúdico, de satisfacción, tan contrario a los valores que el mundo impone, sobre todo el mundo de los negocios.


Para continuar con las etimologías de las palabras, hay que agregar dos, con sus definiciones, importantísimas para el ocio: recrearse y distraerse.


La primera, "recrearse", como se puede inferir, significa volverse a crear, ser nuevos otra vez. La segunda, "distraerse", significa quitarse la "máscara cotidiana" y buscar otra, para jugar a ser personas más íntegras.


Foto: Una estatua dedicada al descanso, de Rodin, en su museo en París. Nótese la postura de buscar un apoyo para descansar. En el fondo, un visitante del museo haciendo efectivo el mensaje.

5 comentarios:

MarianoCantoral dijo...

EL OCIO SÓLO NOS PUEDE LLEVAR AL ARTE....!!!

Ernesto Cisneros-Rivera dijo...

El ocio es la verdadera naturaleza humana, como que no necesitan pagarnos por realizarlo y vaya que si nos provoca placer inmenso.

El negocio, de tan terrible que es, debe ser pagado, porque si no nadie lo haríamos de motu proprio.

¡Caray!, sin ocio no habría ideas ni habría creación, no habría filosofía ni ciencia ni arte.

Mal haya el estúpido a quien se le ocurrió, en su tiempo de ocio, inventar e imponer el "neg-ocio".

Un abrazote, Mario, y que rico volverte a leer.

PROSÓDICA dijo...

TOTALMENTE de acuerdo con vos!!. El ocio no es más que dedicar cierta parte del día a realizar una actividad distinta a la que se realiza la mayoría del tiempo, sin que eso signifique necesariamente tener que estar "echado". Puede ser la pintura, la música, la lectura, la poesía, la fotografía, la costura, colecciones personales, ejercicio... hay tanto, pero todo necesario si se quiere tener una vida sana y sin perder objetivismo.

Se te extraña, Mario, nos tenes abandonados.
Abrazos.

Cristian Mejía dijo...

Por eso entre en la fotografía y ahora se volvio un traba-hobbie. El trabajo es tan malo, pero tan malo, que hasta te pagan por hacerlo. jajaja! totalmente de acuerdo con tus letras.

Cristián Guerra Campo dijo...

Ya te escribieron flores por el tema, de lo que estoy deacuerdo, yo quiero hablar de la cita y de la forma en la que escribiste el post, si he criticado otras veces hoy te felicito, me encantó.
Saludos.