Durante la década de los ochenta, y todavía a principios de los noventa, era costumbre del hombre enamorado (aunque había mujeres también), grabar cassettes con música romántica para regalar a su amor.
Entonces, el cassette servía para que el ser querido escuchara y pensara en quien se lo había regalado.
No era fácil esto, sobre todo si recordamos cómo eran los aparatos de sonido de antaño. Era un dolor de cabeza conseguir el disco acetato de tal o cual canción; es memorable, aún, recordar qué tan fácil se reyaban esos cochinos discos, lo cual imposibilitada la grabación (porque nadie querría regalar una canción rayada).
La otra opción era grabar de un cassette, pero los aparatos que lo permitían fueron inventados hasta mucho después, por lo que era casi imposible, a menos que se grabara de un equipo a otro, lo cual daba como resultado una grabación con eco.
La última opción, la más gacha, era grabar de las estaciones de radio, y los cassettes usualmente iban con el spot de “METROSTEREO” o de la “DOBLE S” por encima.
Sin embargo, el amor todo lo perdonaba, y ya cuando se regalaba el cassette -el cual llevaba escrita (con mala letra, por cierto) una leyenda mamona, algo así como “Para que pienses en mí”-.
Este regalo era muy efectivo, ya que, aunque sea por curiosidad, la agasajada lo escuchaba sólo para oír qué canciones incluyeron, y quizá la suerte, quedaba enganchada con alguna (o varias) canciones.
Pero, si al día siguiente, en el bote de basura del salón de clase se miraba el cassette tirado, bien se podía dar uno por derrotado.
Ahora, esto podría seguirse dando (no lo sé, me imagino que sí) sólo que con discos compactos, pero el sacrificio no es tanto, sobre todo con Internet.
Pero, por si alguien quiere revivir esta práctica, enlisto hoy las diez mejores canciones, las más mamonas pero buenas para ir directo al hueso.
NÚMERO DIEZ
Canción buena, no tan vieja, de las últimas que se ganaron el corazón de los colgados (enamorados).
NÚMERO NUEVE
“More than words” de Extreme
Un grupo contradictorio, porque quiso ser de rock duro, pero que sólo le pegó esta canción romántica.
NÚMERO OCHO
“Nothing compares to you” de Sinead O’Connor
Un impacto visual para la conservadora sociedad de los ochenta, una mujer que se había rapado (la cabellera). Bella canción con una bella voz.
NÚMERO SIETE
“Time after time” de Cyndi Lauper
Cyndi Lauper, quien propagó la moda de los cabellos parados, el pelo anaranjado (o púrpura), medias altas con faldas y chalecos. Posteriormente, Madonna le robaría el look, y es, más bien ésta última a quien se considera “Reina del Pop” (sin reconocer el aporte de Lauper).
NÚMERO SEIS
“Eternal flame” de The Bangles
The Bangles fue de las primeras bandas de mujeres que tuvieron proyección mediática. Tenían otras canciones rítmicas, pero ésta romántica aún es perdurable.
NÚMERO CINCO
“Sweet child of mine” de Guns & Roses
Sin perder su estilo agresivo, Guns & Roses también tuvo canciones mamoncitas, pero buenas.
NÚMERO CUATRO
“Somebody to love” de Queen
Esta obra de arte sólo es digna de que se junten varios genios musicales en un grupo musical. Las armonías y contrapuntos influencias por el bel canto no es casualidad.
NÚMERO TRES
“If you leave me now” de Chicago
La utilización de instrumentos de viento metal, pero con aire tenue para dar sensación de dulzura, es sólo cuestión de un genio.
NÚMERO DOS
“Close to you” de Carpenters
Más genial es la inclusión de este agresivo clarinete para que contraste con la voz dulce femenina. Quizá la canción de amor en inglés más perdurable hasta hoy día.
NÚMERO UNO
“How deep is your love?” de Bee Gees
Los Bee Gees lograron impulsar seis canciones sencillas, gracias al éxito de la película Saturday Night Fever, protagonizada por John Travolta y no sé quién más. Según muchos, ésta es una película muy mala, pero no se le reconoce el impacto que tuvo en la cultura pop, sobre todo el traje blanco de Travolta, que aún hoy día es un símbolo de la época, además de su modo de actuar. Esta canción era la única romántica de la película, que eminentemente tenía canciones bailables, afines a la música disco.
Dicho sea de paso, la película dio pie a una larga serie de remakes, cuyo tema no se agota… el chico callejero que se divierte bailando en las discotecas, quiere ganar un concurso y quiere hacerlo con la ¿bella? chica que baila académicamente. Así, se puede nombrar a Dirty dancing (1 y 2), Breakdance, Lambada, etc.
BONUS TRACK
No sé por qué siempre había un bonus track, como que si eso significara algo. Pero bueno, acá les va ésta que también es digna de un cassette mamón como éste.
“Wild World” de Cat Stevens
4 comentarios:
JAJAJA EXÁCTAMENTE.....ME HICISTE RECORDAR UN PAR.
Carajo, creo que vos encontraste los casettes que mis traidas tiraban a la basura. Todas y cada una las grabé desde la Doble S, la FM 95 y la Fama. Buen post, lo disfruté mucho.
Mariano, qué bueno que te gustó y recordaste tu ¿juventud? Bueno, vos solito te quemaste con tu edad.
JP: yo encontré unos cassettes en la basura pero no sé si eran los tuyos o los míos. Gracias por tu comentario.
Lo siento, me había equivocado de post.
Me gustó mucho este post. Felicitaciones por la elección de la música, muy buena.
Saludos.
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