martes, 23 de noviembre de 2010

Tu vuoi vivere alla moda (La música y el palimpsesto, 1/3)

El palimpsesto es un manuscrito de papiro o pergamino, que conserva huellas de una escritura anterior, borrada artificialmente, y sobre el que se ha escrito un segundo texto. El término deriva del griego que significa 'raspar de nuevo'. La escritura de los papiros se podía quitar lavándola, con una esponja, aunque con resultados imperfectos. De cualquier manera, como en los papiros se escribía de un solo lado, se podía utilizar el reverso para un segundo texto. En el caso de los manuscritos de pergamino, sin embargo, hacía falta borrar para volver a usarlos. En la baja edad media, aumentó el número de libros y se hizo escaso el material para hacerlos, debido a que el califa musulmán Omar suspendió el suministro de papiros egipcios. Debido a la escasez, los escribas recurrieron al uso de los antiguos manuscritos de autores clásicos. Como el primer escrito se borraba de manera incompleta o se raspaba superficialmente, los modernos investigadores han podido descifrarlo mediante los rayos ultravioleta. La importancia del palimpsesto, en consecuencia, reside en haber permitido preservar las obras antiguas.

Entre los palimpsestos griegos más notables figura el Codex Nitriensis, que contiene parte del Evangelio según San Lucas, parte de La Iliada de Homero y los Elementos del matemático griego Euclides, y que fuera utilizado por un monje para copiar un tratado sirio.

El crítico literario francés Gérard Genette utilizó el término palimpsesto para estudiar el fenómeno de la intertextualidad, es decir, cuando una obra hace referencia a otra, como que si la original persistiera en el fondo y la obra nueva parece que la recuerda intencionadamente.

Hago la aclaración de que es de forma intencionada, porque este efecto no tiene nada que ver con plagios, reminiscencias de las que el autor no reconoce, o referencias de cualquier otro tipo.

Quizá el primero en darse cuenta de este efecto fue Jorge Luis Borges, quien creó Pierre Menard, autor del Quijote, en la que juega con la posibilidad de que otra persona sea la creadora de un texto ya conocido.

EL PALIMPSESTO EN LA MÚSICA

Esta larga y tediosa introducción me sirve para explicar una canción que podría catalogarse como el primer palimpsesto musical. Las intertextualidades musicales ya se han descubierto, como las inclusiones de piezas clásicas en canciones de The Doors, o bien a The Beatles que se incluían a sí mismos en sus canciones, pero no se trata de esto; tampoco se trata de covers, porque esto es otra cosa.

We No Speak Americano, canción de Yolanda Be Cool está sonando en la tele, en los estadios, en las discotecas, en los automóviles y en tus oídos. El último éxito que obliga a todo el mundo a conocerla, a bailarla y a escucharla todos los días, como fue el caso de La Macarena, algo así.


Catalogada dentro del género de la música electrónica, su procedimiento consistió en retomar una antigua canción italiana, y recuperarla. Se sobreescribió, es decir, la canción permanece como base y apenas subyace entre los sonidos del sintetizador. Se trata de Tu vuò fà l'americano de Renato Carosone.


Es muy posible, como han indicado algunos, que sin la versión de Yolanda Be Cool, no se hubiera recordado (y para algunos conocido) la canción de Carosone. Hay dos mentiras en ello: 1) para iniciar, no a todos les ha interesado conocer de dónde viene la canción, y 2) la canción ha sido interpretada en otras ocasiones.

Por ejemplo, el caso más reciente, en The talented Mr. Ripley,


y, anteriormente, con Sofía Loren, en Capri, en la cual se interpreta en sus dos versiones: inglés e italiano.



Salvo las críticas de a quienes no les gusta nada, y de quienes rechazan esta canción solo por estar de moda, me parece que Yolanda Be Cool descubrió un procedimiento que desde hace algunas décadas lo descubrió y lo utiliza la literatura. El cine poco o nada ha hecho por esto, salvo excepciones, como Almodóvar (en casi todas) o Woody Allen (en Play it again, Sam), pero esto se vincula más a recursos de intertextualidad.

Lo irónico de todo esto es que We no speak americano recuerda una canción italiana que se burlaba de aquellos que daban la espalda a sus raíces, y querían vivir al estilo estadounidense. ¿No es irónico que se baile en las discotecas esto?

Palimpsesto puro.

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