lunes, 23 de abril de 2012

Los mundos transparentes de Elsie Wunderlich




Cuando Elsie Wunderlich empieza su proceso de creación, prefiere un ambiente tranquilo y sin muchas distracciones. Por ello, alrededor de las seis de la mañana, se encuentra en su estudio, en un área iluminada y aislada de su casa, y se dispone a crear. Ése es el momento más íntimo e importante de su creación.

A veces no sabe exactamente qué pintará. Simplemente traza una línea y otra y otra más. Luego sigue el proceso que la misma figura le pide para terminar. En ese momento, Wunderlich dice que es cuando realmente está conectada con su interior y trata de exteriorizarlo a través del arte.

Así es todos los días. Pero el proceso de creación de sus más recientes obras fue más extenso de lo normal. Sin embargo, todo esfuerzo rinde su fruto, y ahora vuelve a los espacios públicos para presentar su más reciente muestra.

Desde el pasado miércoles, en la Galería Ana Lucía Gómez -arte latinoamericano- (16 Calle 7-30 zona 14), se encuentra abierta la exposición “Escenarios a un Mundo de Luz”, de la artista guatemalteca Elsie Wunderlich. La muestra permanecerá hasta principios de mayo. La entrada es libre.

“Escenarios a un Mundo de Luz” nos presenta una nueva evolución de Wunderlich, ya que es la primera vez que utiliza el vidrio como material artístico. El proceso es muy complejo y laborioso. Se inicia desde el estudio, en el momento de la concepción, casi siempre a través de la pintura. Algunas obras dan para que se externe en forma de escultura y de vidrio.

La pintura es el proceso más importante, porque de allí surge todo, dice Wunderlich. Y a través de allí la obra puede evolucionar. En esta muestra, encontraremos desde pinturas hasta esculturas, algunas de ellas con incrustaciones de vidrio, casi siempre fundido en una forma circular y con decoraciones pictóricas.

El vidrio es una introducción técnica que presenta la artista para esta exposición. Pero ello ha provocado que cada pieza tenga una mayor elaboración, sobre todo por los tiempos requeridos por este material. En un vidrio plano, empieza a decorar en su reverso representando la pintura, que previamente estaba elaborada. Cada forma de la pintura, está realizada por pequeños trazos de vidrio pintado. Otros detalles los logra con polvo de vidrio y algunos esmaltes.

Sin embargo, por el proceso de horneado del vidrio, debe tener mucho cuidado, porque a veces cambia demasiado el tinte, y ello podría ser perjudicial para la obra. El proceso lleva al mismo vidrio varias veces al horno. Finalmente, cuando la parte del vidrio está terminada, se le da una forma esférica (para la mayoría de piezas). Luego, algo que también requiere mucha paciencia y dedicación, es incrustar el vidrio en la pieza de escultura, a fin de que no se note que son dos partes separadas, sino que una es continuación de la otra.

Como elemento de decoración, la mayoría de estas piezas que poseen vidrio decorativo, también tienen una opción para que una luz (provista por una bombilla ahorradora de energía) esté detrás o debajo de la obra, e ilumine la creación; probablemente, de allí el nombre de la exposición.

Pero más que una cuestión técnica o de materiales, “Escenarios a un Mundo de Luz” es más bien temático. Las metáforas plásticas de Wunderlich sobre el amanecer, la luz y los mundos circulares, son frecuentes.

UNA TRADICIÓN PAISAJÍSTICA

En sus inicios, cuando Wunderlich se interesó en la creación artística, comenzó en una de las mayores tradiciones de Guatemala, como es la pintura paisajística. Su mano empezó a acostumbrarse al pincel con esta tendencia.

Pero pronto empezó a descubrir su propio estilo, y aunque continúa con esta tendencia paisajística, lo hace a su manera. Y es que en vez de mostrar al paisaje como se debería ver, lo muestra cómo lo ve ella misma desde su interior.

Entonces, la visión aparece codificada desde sus propios ojos. A partir de ese entonces, ha ido evolucionado, y ahora se encuentra en una fase de mayor evolución. Primero fue el paso del paisaje realista a uno que está sublimizado por la subjetiva mirada del artista. Luego, fue el paso de la pintura a la escultura; y ahora, la utilización del vidrio decorativo como un elemento adicional a la escultura.

Y ente esta tendencia paisajística personalísima, Wunderlich ha encontrado en las hojas de los árboles son mayor expresión. Y es que las hojas, aunque todas son de la misma forma, se puede decir que ninguna es igual a otra. Cada una es un mundo, con su propia forma. Cada hoja tiene colores distintos, matizados por su posición con respecto a la luz, o bien por su longevidad.

Pero más que llevarnos a un viaje al mundo natural que queda, probablemente, a varios kilómetros de casa, la opción preferencia de Wunderlich es llevar la naturaleza a esos ambientes artificiales como los urbanos.

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