Cuando Elsie Wunderlich empieza su proceso de creación,
prefiere un ambiente tranquilo y sin muchas distracciones. Por ello, alrededor
de las seis de la mañana, se encuentra en su estudio, en un área iluminada y
aislada de su casa, y se dispone a crear. Ése es el momento más íntimo e
importante de su creación.
A veces no sabe exactamente qué pintará. Simplemente traza
una línea y otra y otra más. Luego sigue el proceso que la misma figura le pide
para terminar. En ese momento, Wunderlich dice que es cuando realmente está
conectada con su interior y trata de exteriorizarlo a través del arte.
Así es todos los días. Pero el proceso de creación de sus
más recientes obras fue más extenso de lo normal. Sin embargo, todo esfuerzo
rinde su fruto, y ahora vuelve a los espacios públicos para presentar su más
reciente muestra.
Desde el pasado miércoles, en la Galería Ana Lucía Gómez
-arte latinoamericano- (16 Calle 7-30 zona 14), se encuentra abierta la
exposición “Escenarios a un Mundo de Luz”, de la artista guatemalteca Elsie
Wunderlich. La muestra permanecerá hasta principios de mayo. La entrada es
libre.
“Escenarios a un Mundo de Luz” nos presenta una nueva
evolución de Wunderlich, ya que es la primera vez que utiliza el vidrio como
material artístico. El proceso es muy complejo y laborioso. Se inicia desde el
estudio, en el momento de la concepción, casi siempre a través de la pintura.
Algunas obras dan para que se externe en forma de escultura y de vidrio.
La pintura es el proceso más importante, porque de allí
surge todo, dice Wunderlich. Y a través de allí la obra puede evolucionar. En
esta muestra, encontraremos desde pinturas hasta esculturas, algunas de ellas
con incrustaciones de vidrio, casi siempre fundido en una forma circular y con
decoraciones pictóricas.
El vidrio es una introducción técnica que presenta la
artista para esta exposición. Pero ello ha provocado que cada pieza tenga una
mayor elaboración, sobre todo por los tiempos requeridos por este material. En
un vidrio plano, empieza a decorar en su reverso representando la pintura, que
previamente estaba elaborada. Cada forma de la pintura, está realizada por
pequeños trazos de vidrio pintado. Otros detalles los logra con polvo de vidrio
y algunos esmaltes.
Sin embargo, por el proceso de horneado del vidrio, debe
tener mucho cuidado, porque a veces cambia demasiado el tinte, y ello podría
ser perjudicial para la obra. El proceso lleva al mismo vidrio varias veces al
horno. Finalmente, cuando la parte del vidrio está terminada, se le da una
forma esférica (para la mayoría de piezas). Luego, algo que también requiere
mucha paciencia y dedicación, es incrustar el vidrio en la pieza de escultura,
a fin de que no se note que son dos partes separadas, sino que una es
continuación de la otra.
Como elemento de decoración, la mayoría de estas piezas que
poseen vidrio decorativo, también tienen una opción para que una luz (provista
por una bombilla ahorradora de energía) esté detrás o debajo de la obra, e
ilumine la creación; probablemente, de allí el nombre de la exposición.
Pero más que una cuestión técnica o de materiales,
“Escenarios a un Mundo de Luz” es más bien temático. Las metáforas plásticas de
Wunderlich sobre el amanecer, la luz y los mundos circulares, son frecuentes.
UNA TRADICIÓN PAISAJÍSTICA
En sus inicios, cuando Wunderlich se interesó en la creación
artística, comenzó en una de las mayores tradiciones de Guatemala, como es la
pintura paisajística. Su mano empezó a acostumbrarse al pincel con esta
tendencia.
Pero pronto empezó a descubrir su propio estilo, y aunque
continúa con esta tendencia paisajística, lo hace a su manera. Y es que en vez
de mostrar al paisaje como se debería ver, lo muestra cómo lo ve ella misma
desde su interior.
Entonces, la visión aparece codificada desde sus propios
ojos. A partir de ese entonces, ha ido evolucionado, y ahora se encuentra en
una fase de mayor evolución. Primero fue el paso del paisaje realista a uno que
está sublimizado por la subjetiva mirada del artista. Luego, fue el paso de la
pintura a la escultura; y ahora, la utilización del vidrio decorativo como un
elemento adicional a la escultura.
Y ente esta tendencia paisajística personalísima, Wunderlich
ha encontrado en las hojas de los árboles son mayor expresión. Y es que las
hojas, aunque todas son de la misma forma, se puede decir que ninguna es igual
a otra. Cada una es un mundo, con su propia forma. Cada hoja tiene colores
distintos, matizados por su posición con respecto a la luz, o bien por su
longevidad.
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