Gracias a Francisco Arredondo, Guatemala recordó una lección muy valiosa: participar en política es un derecho reservado para las aves de rapiña.
En Guatemala, constantemente, se critica a las personas por no querer participar en política. Por su parte, el pueblo piensa que en política sólo participan los ladrones y los corruptos, y si alguien se precia de ser una buena persona, es preferible no participar en ella para “no ensuciarse”.
Luego de que Arredondo (aprendiz de Nerón que quería incendiar a Guatemala) salió con el rabo entre las patas de la asamblea del PAN, los guatemaltecos recordamos que el poder sólo está predestinado para la gente que quiere vender su alma al diablo.
Arredondo no iba a ganar nunca; no ganó en la GANA ni siquiera porque quedó como candidato único. Sin embargo, su caso sirve de lección para recordar que aún sigue prevaleciendo la ley del más fuerte; que en política no se puede pestañear, ni descansar un momento, porque siermpre hay otro más avorazado. Pero, para ser sinceros, no sólo en política es así. El PAN vivió en estos días el modelo de la corrupción del poder que se tiene en toda Guatemala, en todas sus relaciones sociales, el cual puede ser descrito de la siguiente forma:
Un grupo de personas crea un espacio para la relación interpersonal (como lo hicieran los fundadores del PAN). Cuando el proyecto es exitos, las ratas de las alcantarillas se acercan (como Leonel López Rodas y Rubén Darío Morales), que ansían el poder, y desean poseer algo que no es de nadie. Luego, al sacar a los fundadores, empiezan a vender espacios a sus conocidos, amigos o al mejor postor.
El mundo de los listos, y darles dinero es de los tontos, y el ingenuo Arredondo (para no decirle algo más feo) creyó, y empezó a soltar billete, con tal de ganar espacios, lo cual es falso, ya que dentro del ejercicio del poder nunca hay espacios. El menor descuido es suficiente para sacar a los cándidos, para que las fieras, como el actual candidato del PAN, se posiciones en el poder.
No hay por qué sorprendernos; en todos los partidos políticos es igual. La diferencia en este caso es que Arredondo “chilló” ante la prensa nacional. Pero, en todos los niveles, en todos los espacios de las sociedad guatemalteca, el poder siempre está ejercido por las bestias, los espacios disponibles para los ingenuos que “saben cómo salir de la pobreza”, sólo son trampas para bobos, para que suelten dinero. En Guatemala, en Centroamérica y en toda Latinoamérica, es la ley de Herodes: “O me chingas, o te jodes”.
Arredondo: Una forma de chingar al PAN, es decir cuánto gastó usted en su campaña; seguramente ya rebasó el techo permitido por el TSE.
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