miércoles, 7 de mayo de 2008

Aldeanos globales

“La torre del Reformador es un bibelot –lo dijo Manuel José Arce–. Es una torre Eiffel chaparra, hecha a la medida de nuestro provincialismo; es un esqueleto negro, a caballo de nuestra miseria, ¡a dos cuadras de la Terminal, precisamente! A dos cuadras del putrílago, sin arco del triunfo, sin plaza de la estrella, sin tener ni siquiera un su napoleoncito criollo.”


La anterior frase la extraje de la novela Después del tango vienen los moros de Luis Alfredo Arango, novela de los ochenta, que aborda el choque entre el ayer y el hoy de Guatemala, especialmente de la ciudad capital.
Lo cito porque me llamó la atención la frase sobre la torre del Reformador, un verdadero signo de provincianismo nuestro, en donde toda la vida nos hemos quedado con la boca abierta ante el esplendor extranjero, pero poco hacia lo nuestro.
Y es que, hace algunos días, pude observar (desde la tele, por supuesto) la primera “alfombra roja” realizada en Guatemala, debido a que se lanzó oficialmente (porque ya tenía tiempo de circular) la revista “TvyNovelas–Centroamérica”, una emulación del tabloide mexicano.
Me pareció risible, incluso al punto del enojo, que nuestras estrellas faranduleras sean los presentadores de los noticieros, de los programas para señoras de la mañana (que las señoras no miran porque están haciendo el oficio), los gorditos locutores de los partidos de futbol, y chefs de cocina internacional especializados en rellenitos y café de olla.
El querer emular la cultura de otros países, tal como la torre Eiffel o la farándula, nos hace lucir ridículos. Siempre detrás del glamour internacional, oliendo la retaguardia, sin voltear a ver a lo nuestro.
Tampoco hablo del Himno Nacional cantado en versión gospel gringo, que buscaba emular al himno estadounidense, para provocar que en los estadios la gente aplaudiera de orgullo; ni siquiera –quiero decir– del Himno entonado en marcha chafarotesca, moda traída de Europa en los tiempos que se compuso la música... Siempre detrás.
En la alfombra roja de TvyNovelas, Carlos Peña (o nuestro Carlitos Peña, como dicen algunos) se presentó luciendo pasado de kilos, con la cara demacrada (¿por mucho trabajo? ¿por muchas alfombras rojas con cocteles?) después de vender un disco que buscaba rematar el engaño de mercadeo que un canal de televisión nos quiso hacer creer. Con poco jugo aún por sacarse, se paseaba como la estrella mayor, creyéndose un Jon Secada en potencia, sobre nuestra alfombra roja centroamericana.
Por cierto, la revista TvyNovelas–Centroamérica fue lanzada para Centroamérica, ¿sabía? Porque a la hora de unir fuerzas políticas, artísticas, deportivas, etc., el istmo se dividió desde que España nos soltó la mano, separación propiciada por los caudillos regionales. Pero a la hora de vendernos al mercado, ahí sí, estamos integrados centroamericanamente; para TLC y para Acuerdos de Asociación, para esos menesteres agachamos la cabeza y nos tomamos de la mano como cinco hermanitos (siete, si se suman Panamá y República Dominicana; cuatro, si Costa Rica se hace para atrás).
El mercado nos ha pegado duro; nos ha obligado a consumir farandulería extranjera, mezclada con la vida y obra de una presentadora de televisión nacional, y la casa de un futbolista que tiene tres meses de no recibir pago alguno por jugar en un equipo guatemalteco.
Nos siguen imponiendo las construcciones de torres Eiffel enanas, y no sobre una avenida llena de tráfico, sino sobre nuestra identidad. Seguimos creyendo que Guatemala debería integrarse globalmente dejando nuestra identidad, y adoptando valores de mercado universal. Nuestras estructuras mentales lucen aldeanas (y lucrativas) en el mercado global.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja, ja. Lo del chef especializado en chuchitos y café de olla me pareció muy gracioso. A mi me parece ridículo saber que a la conductora de un telenoticiero la haya dejado el novio y que aún lo quiera. ¡Eso es noticia! (Aclaro, era la portada, no compre esa tontería. Pero mientras se venda, seguirán mostrando a los "famosos" de Guatemala.

Anónimo dijo...

Mario, lo más pisado de todo es que ni siquiera tenemos identidad propia, pues los elementos que podrían dárnosla nos avergüenzan al interior y nos hacen simular un ridículo orgullo en el extranjero (lo indio).
Somos solo un montón de gente amontonada en un hediondo chiquero que se siente país.
Tu nota solo nos lo recuerda. Magnífica entrada.

Mario Cordero Ávila dijo...

Gracias, marielos; yo he hojeado la revista mientras hago cola en el súper, y han salido reportajes centrales como Carlos Peña y sus padres, Carlos Peña (otra vez) en Guatemala, la novia de Carlos Peña, la presentadora de TV, el Tanque Pezarozzi en su casa...

Gracias por el comentario anónimo. Lo de la identidad es un problema creado; sin embargo, es una pregunta obligada ¿que es lo guatemalteco? ¿o qué es la guatemalidad? Severo Sarduy se preguntó qué es la cubanidad, y escribió "De donde son los cantantes"... si esos son los resultados, creo que vale la pena preguntárselo a uno mismo: ¿qué es la guatemalidad? (al menos nos saldrá "Mulata de tal")

Johan Bush Walls dijo...

Los mexicanos quieren ser como los gringos y los guatemaltecos como los mexicanos, al final de cuentas somos wanabe de los wanabe.

Salud pue

Anónimo dijo...

Tan certero como doloroso tu post Mario...

No podría estar más de acuerdo con Johan!
Así mero exactamente es!

Al final, todo se reduce a la falta de liderazgo. Es tan sencillo como complicado...

Anónimo dijo...

Es el complejo de inferioridad y como dice Johan: "wannabe" el querer ser lo que no somos, Y no somos no porque no exista material, porque hay potencial (solo Colom y Sandrita nos dan mucha tela). Al tratar de hacer lo que mal se hace se cae en lo ridiculo.
Pero lo que mas me parece espantoso es el morbo con el que nos entretenemo; saber chismes y como estan unos seres que de igual manera defecan y hacen sus tareas diarias eso no es sano. Saludos

la-filistea dijo...

Alagraaan, que sano entretenimiento ni que nada.Por casualidad desfiló nuestra propia Paquita del Barrio?.

Qué se dice ante esto? A quién se culpa de la falta de educación de un pueblo, cuándo evaden tantas heridas ancestrales en algo como "eso".

Ya no es simplemente el "querer ser o tener" es como un escape.Sí, es un espejismo que elaboraron los que no les conviene que el pueblo se subleve.Es una buena forma de taparle el ojo al macho no?.

EDS dijo...

Me hiciste recordar que para una Teletón vino un grupito juvenil mexicano de esos plasticos plastiquísimos y preguntaron a la concurrencia: ¡¿Cómo dicen acá cuando algo les gusta?!

y la patojada caquera comenzó a gritar: "¡Decimos que está chido!", otros decían "¡Está Virgo!"

Y yo me pregunté ¡¿Y desde cuándo ya no decimos "CHILERO"?

Se debe oir muy "Cholero" y "Recha" seguramente.

Al final es parte de la culturización de la globalización influenciada ideológicamente por la hegemonía del mercado sobre todas las cosas, hasta sobre el mismo ser humano.

Te felicito Mario, este post me llegó y a la vez me da esperanza porque habemos muchos que anhelamos lo verdaderamente guatemalteco.

Saludos manito.

Enrique Pazos dijo...

Estoy más que de acuerdo. Mientras haya alguien que se deje manipular, siempre habrá otro que tome ventaja de ello.

En algún momento en el pasado, alquien tenía que haber tomado decisiones claves para evitar que nuestra gente tuviera este bajo nivel cultural. Lo que vivimos ahora son los resultados de los errores consecutivos de nuestros líderes en el pasado. Cambiar el curso del barco en el presente es difícil pero no imposible.

Yo confío en que llegará el día que recordaremos estas cosas con asombre y gracia. Le contaremos a nuestros nietos que hubo una época en Guatemala que la gente se entretenía con revistas de chismes!

Anónimo dijo...

Precisamente, Mario. No existe tal "guatemalidad", e insisto, no tenemos identidad propia y por eso andamos mendigando identidades prefabricadas.
Falsificando imitaciones baratas (sí, pirateando lo pirata).
No creo que la identidad como tal sea un "problema creado", y más bien su ausencia nos crea problemas como sociedad.

Hip Hop tiene razón cuando menciona la falta de liderazgo, puesto que se supone que son las élites las que construyen una Nación, las que hacen al populacho identificarnos con su causa al punto de rifarnos el cuero por la patria (jajajaja).

Ya me fuí por la raya y regreso para felicitarte por tus apuntes.

Saludos cordiales.

Aninha Terra dijo...

Hola Mario,

Como estás?
Me gustó tu blog.
Sou brasileña e me encanta tu país. Tengo un gran amigo guatemalteco y me gustaria compartir contigo cuestiones culturales, globales y ideas a respecto de la "guatemalidad".
Estoy más al sur, pero también creemos en nuestra "brasilianidad".

Saludos cordiales,

Aninha Adeve

tania hf dijo...

Creo que un gran problema es que nos han enseñado que los guatemaltecos no podemos lograr nada por nuestra propia cuenta. En una reunión de señoras guatemaltecas en el extranjero, una de ellas contó que en Guatemala venden unas piñatas que se pueden meter en la maleta. Inmediatamente otra señora dijo: "seguro que fue un invento de los gringos". Cuando dije que en Guatemala también hay gente inteligente, nadie me hizo caso. Y es así, en la escuela nos enseñan a memorizar en lugar de investigar, y a repetir en lugar de crear. Por eso muchos están convencidos que los guatemaltecos son incapaces de crear algo que valga la pena. Y lo que no puede ser, no existe. Por ejemplo, ¿cuántos se enteraron que Regina Galindo ganó uno de los premios más importantes de arte (en la bienal de Venecia) en el 2005?
Tristemente el malinchismo es parte de nuestro guatemaltequismo.

Anónimo dijo...

Mario, he leído tus columnas en el diario la Hora desde hace un tiempo y me parece muy bueno tu trabajo.

Estoy de acuerdo en mucho de tu post, y gracias por la cita que colocás de Manuel José Arce.

Respecto a la farandula guatemalteca o centroamericana, no estoy de acuerdo, porque hay qué considerar que lo que busca la publicación es colocar gente famosa, y dichos presentadores son famosos. Inicialmente la revista tendría qué tener material de alguna forma, y eventualmente, si en Guatemala se empiezan a hacer telenovelas nuevamente (que no ha de faltar mucho para que pase), entonces habrá más presencia en dicha revista de actores, actrices, y menos de presentadores. Yo eso no lo miro mal, sino es parte de un mercado que acá no se había explotado. Tampoco lo miro ridículo, sino una simple estrategia de mercado. Es un producto más.

En todo caso, el sistema de consumo sea el que tenga extremos absurdos, pero politicamente creo que finalmente existirá un equilibrio entre el consumismo yanqui y las culturas latinoamericanas. Creo que el problema está en los extremos.

Saludos.

Anónimo dijo...

Estuve leyendo otros post de tu blog y mirá, ironicamente este post es el que tiene más entradas.

Creo que cualquier empresario que haga publicaciones de farandula y alfombras rojas estaría feliz con ese hecho.

Hasta luego.

Anónimo dijo...

me gusta tu dicernimiento. Excelente comparto en todo punto tu pensamiento

Mario Cordero Ávila dijo...

Les agradezco a todos sus comentarios. Especialmente a e. Cárdenas.

La verdad no estoy de acuerdo contigo, porque la revista Tvynovelas no presenta a "nuestros famosos", sino lo que tenemos. "El Tanque" Pezarozzi precisamente no es farandulero, por ejemplo.

Yo no estoy en contra de lo farandulero; en este post, lo que quiero decir es que en el intento de emular una producción extranjera (TvyNovelas-México) pues hacemos el intento a lo que caiga. Ése es el caso que explico de la Torre del Reformador.

En literatura, por ejemplo, también tenemos los exponentes (para salirnos de la farándula, para que no se crea que es contra de éstos). Martínez Sobral, Flavio Herrera, Méndez Vides y el Suplemento elAcordeón de elPeriódico, están constantemente (o estuvieron) con la vista puesta en Europa, y llegan a imitaciones que no son muy buenas.

En cuanto a las telenovelas guatemaltecas, ya hemos tenido algunos intentos, con nuestra propia adaptación de "Esmeralda", que a la vez fue la adaptación literaria de Marianela.

Más que criticar a una supuesta farandulería (porque, en verdad, no la tenemos; tal vez en septiembre, cuando TV Azteca ingrese al país, dará cátedra con Pati Chapoy), es la crítica a la imitación absurda de lo extranjero; y no me refiero a que lo extranjero es malo y lo guatemalteco lo bueno, porque tampoco es así... Lo que pasa es que buscamos fórmulas fáciles de éxito, imitando lo de afuera.

Tal vez el mejor planteamiento de esto lo hizo Martí en "Nuestra América"; si pueden conseguirlo en Internet, léanlo.

"Nuestro vino de plátano; y si sale agrio, es nuestro vino".

Anónimo dijo...

Mi punto sería que los dueños de TV y Novelas saben perfectamente que Pezzarossi no es alguien de la farandula pero obviamente atrás de estos primeros números (que yo también he ojeado u hojeado en los super mercados) saturados de noticias de Carlos Peña hay un estudio de mercado y una proyección de en qué se puede convertir la farandula guatemalteca cuando ya se puedan incluir - a corto plazo - telenovelas y todas esas obras de teatro de comedia que existen actualmente e incluso la vida de los grupos de rock de clase media alta, por ejemplo.

En mi opinión, la cultura ladina o criolla de Guatemala no es muy de saludar a famosos en la calle, porque esa herencia de ser un poquito creídos hace que la gente en la calle no se quiera ver "guanaca" pidiendo un autografo. Eso habría qué incluirlo también dentro de lo ridículo que les parece a ustedes el TV y Novelas. Pero en general, no existe mucha diferencia en las preferencias de cualquier mestizo o alguien expuesto a eso y si ha funcionado en México, Venezuela y Colombia, va a funcionar acá y va a ser un buen negocio, tanto que seguro valió la pena sacrificar la imagen futbolística de Pezzarossi.

Sin el ánimo de ofender, a mi me parece absurdo que por ejemplo en España dentro de los famosos se incluya a "la realeza" - que me parece increible que aún existan reyes a estas alturas de la civilización -. También se puede mirar absurdo por ejemplo la representación de "La Pasión de Cristo" que hacen en México y en Guatemala cuando escuchás a mexicanos y guatemaltecos tan morenos como yo recitando dialogos en un "castellano muy puro" sobre un tema religioso occidental.

En resumen, yo no estoy de acuerdo en comentarios que atacan esas manifestaciones, ya sea TV y Novelas, ya sea un evento de belleza como la Rabina Ahau (que también incluye patrones extranjeros) con argumentos artísticos o culturales puritanos porque jamás los vas a encontrar ahí.

No digo que los tuyos lo sean, pero la mayoría de comentarios acá sólo desacredito una expresión sin proponer entonces una alternativa, y en general, el mercadeo está ahí y es sólo decisión de comprar o no comprar y yo sólo esperaría que en algún momento toda la población tuviera el criterio suficiente para saber si lo compra o no.

El comentario de Tania me parece más enfocado a que no podemos quejarnos de que nos bombardeen con productos "culturales" extranjeros cuando no nos importó mucho lo que ganó Regina Galindo en 2005, por ejemplo.

El punto del Acordeón me parece muy claro (y me da pena admitir que yo no tengo el criterio suficiente para distinguir lo que vos anotás, tanto que yo los coleccionaba hace años) y la cita de Martí también muy buena, y trataré de leerla en su contexto original, porque en todo caso en vez de vino debieramos de hacer del atol, universalmente lo que es el mate para los uruguayos y argentinos, y nuestro tequila a la cusha.

Perdón si me desvié un poco dentro de la discusión.

Un saludo.

Anónimo dijo...

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