sábado, 28 de noviembre de 2009

¿Y la cantante calva?



A pesar de que este mundo se vuelve más globalizado, y que el inglés (aunque sea a nivel técnico) se ha vuelto comprensible en casi cualquier punto urbano del globo terráqueo, la Humanidad aún no se salva del problema de la incomunicación, y seguimos sintiéndonos solos sin poder expresar nuestros sentimientos para que alguien los comprenda.


La escena puede ocurrir en un autoservicio de cualquier “restaurante” que no ofrece calidad, sino rapidez.


- Por favor, ¿podría decirme qué oferta tiene hoy? –pregunta el automovilista, ante una bocina sin rostro humano.

- Espere un momento –responde la bocina; 48 segundos después está lista (la bocina) para responder –por el momento sólo le ofrezco el menú del día a 25.

- ¿No estaba a 20? –pregunta con una mezcla de ilusión y sentimiento de engaño (el aviso comercial le había informado que valía eso y no 25).

- No, esa promoción ya no la tenemos… fue el mes pasado –responde la bocina, sin ninguna empatía.

- Y, ¿cuál es el menú de hoy? –pregunta el consumidor.

- Hoy, martes, está de oferta el menú de pollo.

- ¿No podría ofrecerme el del jueves, el de costillas…?

- No, ésas son el jueves. Hoy es martes –responde sin emoción.

- Bueno, deme el pollo de todos modos.

- ¿Agrandado? Sólo cuesta 2 más.

- Mhhhh…, bueno, está bien –responde sin mucho convencimiento.

- ¿Algo más a su orden? ¿Algún pastelito o bebida para acompañar?

- Mhhhh, no, muchas gracias.

- Está bien, entonces son 30, pase a vent…

- ¿Tiene desayunos todavía? –pregunta el consumidor automovilista cortando a la bocina.

- Ya no tenemos, dejamos de servirlos a las 11 de la mañana, y son las 11:20 –justifica la no existencia de desayunos, sólo 20 minutos después de haber despachado el último paquete frío, preparado, indistintamente, una noche antes.

- Entonces, solamente.

- Pase a ventanilla…


El consumidor con ruedas avanza.


- Buenos días, ¿en qué puedo servirle? –pregunta la voz ahora con rostro que se visualiza en la ventanilla.

- Señorita, ya había pedido, era un menú…

- Disculpe, no es a usted –interrumpe al cliente (que no por ello tiene la razón), señalando el aparato comunicador, haciéndole entender que está hablando con otro cliente, por la bocina despersonalizada. Tras 3:38 minutos, la señorita está lista para atender de nuevo a su cliente frente a ella.

- Me pidió el menú de camarones, agrandado, ¿verdad?

- No, le pedí el de pollo, normal, el de 20 –responde un poco molesto, ya que se da cuenta de que no obtuvo lo que pidió.

- Ése le cuesta 25, ¿algo más a su orden? –reitera la señorita.

- ¿Desayunos no tiene, verdad? –insiste.

- Mhhhh, déjeme ver… ARTURO, ARTURO, ¿TODAVÍA TENEMOS DESAYUNOS? Fíjese que no. Disculpe. ¿Una bebida para acompañar?

- Mhhhh, ¿tiene té frío?

- Sí, pero le tarda cuatro minutos, ¿está bien?

- Entonces deme un café mejor.

- 35 por todo. ¿Tiene NIT o es consumidor final?

- Mejor no me dé factura.


A pesar de que ésta refleja una escena cotidiana, y que se reitera infinidad de veces en cualquier ciudad urbana del mundo, podemos ver que bien podría ser una parte de una obra del llamado teatro del absurdo, o, para ser específicos, de La cantante calva, la obra maestra de Eugene Ionesco, quien esta semana habría cumplido los cien años de vida (si es que estuviese vivo).



La cantante calva, estrenada en 1950, la obra fundacional del Teatro del absurdo, en la que Ionesco, junto a otros autores, como Samuel Beckett, se dan cuenta de que la Humanidad está sufriendo por trampas hechas por sí misma, como la incomunicación o las falsas esperanzas.


Ionesco, que el jueves pasado habría cumplido cien años, supo explicar mejor que nadie cómo sufría la sociedad (sobre todo la del primer mundo), especialmente en la posguerra. Supo comprender que pasamos por la vida sin lograr comprendernos, y que nuestro mundo interior no podrá ser comprendido.


La idea le surge cuando Ionesco (rumano de nacimiento, francés por filiación) intentó aprender inglés. De ahí pudo observar algunos de los problemas de la incomunicación.


Leer la obra pudiera ser un proceso extraño, quizá incomprensible. Sin embargo, presenciarla en el acto, y observar los gestos de los buenos actores, es una de las experiencias más ricas que puede ofrecer las tablas.


La trama trata sobre nada. Una pareja, al principio, habla sobre cualquier cosa, enfrascándose en juegos del lenguaje. Posteriormente, se suma otra pareja, una criada y hasta un bombero, quien recuerda a la cantante calva, preguntando por ella, sin que ésta tenga relación con lo que les preocupa.


Al final, todos terminarán dando vueltas por el escenario, pronunciando textos descontextualizados, sin relación uno con otro, y poco a poco una fuerza, como un remolino, los atrae para sí, sin que tengan escapatoria.


Antes, hubo otros intentos de mostrar lo absurdo de nuestra existencia, como Alfred Jarry, que propuso a Ubú Rey como el personaje típico que se preocupa por sí mismo, sin importar lo demás. También, Miguel Mihura, dramaturgo español, había propuesto Tres sombreros de copa, que también raya en los diálogos y situaciones absurdas, pero que por ser incomprendido en su época, su obra termina estrenándose posteriormente a las obras de Ionesco y Beckett, a pesar de que la escribió 20 años antes que éstos.


Pero el objetivo de este artículo es celebrar a Ionesco, considerado el padre del Teatro del absurdo, la obra que revolucionó el teatro mundial. A pesar de que su propuesta tiene casi 60 años, aún tiene mucha vigencia, porque el problema de la incomunicación sigue siendo una constante, sino es que peor ahora que hace medio siglo. De vez en cuando, alguna compañía se arma de valor y de mucho talento para representarla por Latinoamérica. Si tiene esa suerte, vaya a verla… será una experiencia que le tocará la vida.



11 comentarios:

MarianoCantoral dijo...

Exáctamente, en muchas escenas cotidianas podemos observar este tipo de diálogos y situaciones, con pizcas de lo absurdo pero cultural.

E. Cárdenas dijo...

A qué le llamará "cultural" Mariano Cantoral? - me pregunto -.

Don Mario, y qué tenía qué ver el inglés en todo esto?

En mi humilde opinión, el caso de la compra de un menú de comida rápida en un autoservicio se da entre un automata y una persona semi inteligente. Tendría qué colocar un ejemplo de dos entidades similares para poder hacer esa comparación.

Anónimo dijo...

Vos MarianoCantoral, por un mínimo de dignidad deberías dejar de portarte como porrista adolescente que se la pasa brincando de blog en blog para venerar cualquier estupidez.

Es solo un consejo sano, no te lo tomés a pecho

MarianoCantoral dijo...

En esta ascepción, al conjunto de valores compartidos, es decir por muy absurdo que sean las escenas cotidianas, forman parte de nuestra ideosincrasia pragmática, de nuestros valores, de nuestra cultura.

MarianoCantoral dijo...

E. Cárdenas se nota que al igual que yo, sos un seguidor del Diario Paranoico, interesantes los artículos de Mario verdad?

Saludos.

Anónimo dijo...

Puta! Ni el gran Cantinflas:

"En esta ascepción (sic), al conjunto de valores compartidos, es decir por muy absurdo que sean las escenas cotidianas (sic), forman parte de nuestra ideosincrasia pragmática, (qué es esa mierda???) de nuestros valores, de nuestra cultura."

O sea el conjunto de valores, compartidos ellos todos, que foman parte de nuestros valores. Cómo la ves desde ay mi chavo?

MarianoCantoral dijo...

Broder con todo respeto, no sé quien seas, pero si querés aprender un poco acerca de la "ideosincrasia pragmática" te invito a leer un documento pdf realizado a partir del "XI ENCUENTRO PRÁCTICO DE PROFESORES DE ESPAÑOL LE"

International House y Editorial Difusión

En el siguiente link:

http://www.encuentro-practico.com/pdf/cfernandez2.pdf

Yo lo dejé como por la mitad, pero está bueno.

Saludos.

MarianoCantoral dijo...

Broder con todo respeto, no sé quien seas, pero si querés aprender un poco acerca de la "ideosincrasia pragmática" te invito a leer un documento pdf realizado a partir del "XI ENCUENTRO PRÁCTICO DE PROFESORES DE ESPAÑOL LE"

International House y Editorial Difusión

En el siguiente link:

http://www.encuentro-practico.com/pdf/cfernandez2.pdf

Yo lo dejé como por la mitad, pero está bueno.

Saludos.

MarianoCantoral dijo...

Hay ubicás la parte que dice "El análisis de las idiosincracias pragmáticas nos ha llevado a un dar una vuelta de tuerca sobre el análisis de la lengua".

E. Cárdenas dijo...

Así es Mariano, leo frecuentemente éste Diario Paranoico. Es de lo poco que leo de Guatemala.

Si te interesa Guatemala no tenés muchas opciones:

- Blogs de politica de ultra derecha que justifica solo lo que no se jusitifica (y lo demás no existe), como el de Luis Figueroa y ese montón de Administradores de Empresas y Economistas de la clase acomodada que se la pasan luchando contra el comunismo y contra Hugo Chavez y el presidente de Irán, y haciendo apologías a todo lo que suene a control y dominio, plagados ese romanticismo reaccionario que yo detesto.
- Blogs de artistas que le sirven de alfombra a los anteriores, como el de Fe de Rata (que propicia la discusión, bla, bla, bla).
- Blogs de poesía. Yo no sé mucho de poesía, pero sí puedo identificar a un poeta de un mariguanero del Pasaje Aycinena y la mayoría son de éstos últimos.
- Blogs de candidatos a Snobs, que le sirven de alfombrita a los anteriores y que hacen apologías (y hasta los consideran filosofos) a la gente que presume de vida bohemia pero que no se atreven a llevar una igual. Entre estos el montón de tecnocratas que han generado las universidades en la última decada y una que otra jovencita con problemas de autoestima.
- Blogs de periodistas guatemaltecos. Que razonan tautologicamentee (si eso es razonar), con argumentos de este tipo: "es cierto porque lo confirman diplomaticos acreditados" (me da risa eso, en serio), o así: "lo que digo es cierto, lo afirmo porque yo lo supe de buena fuente", etc.
- Blogs de marxistas comunistas panfleteros, que desprestigan cualquier movimiento social y que también son snobs.
- Blogs de "geeks" racistas como Jaroche y Sirgt. Que además de geeks son consultores de tecnología y que también razonan así en entrevista para Radio Punto: "Un hacker sí es muy cabrón si podría entrar a su red."
- Blogs de escritores que encontraron una especie de mecenas en Google Ads.
- Blogs de señoras periodistas que envian apapachos y que no leen inglés porque es feo. No es por ofender, pero es una categoría, realmente.

O podés leer a todo ese montón de academicos y columnistas de periodico que se regocijan en ellos mismos como MRM, Alfred Kalschmidt, Dina Fernandez, Gustavo Berganza, Juan Luis Font, Manuel Ayau, Mendez Videz, Celso Piña-Lara & Figueroa de la Nueva Guatemala de la Asunción y que son los responsables de que Guatemala mantenga una base feudal y que se tolere el racismo.

La temática de Mario Cordero me parece muy buena, aunque como he aclarado varias veces no comparto todo lo que le leo.

Y bueno, preguntaba sobre el término "cultura" porque tiene demasiadas acepciones y es complicado de definir (y de utilizar, yo lo evito siempre que puedo). Ya viste que te enredaste con la definición y te hicieron una critica que creo que debés de tomar en cuenta. Voy a sonar como un viejo pero he visto tu blog y leo que tenés 21 años, yo te diria que no le aprendás nada a esa bola de literatos guatemaltecos y que te mantengás abierto a la crítica y me parece muy bueno que seás universitario, no como esos que dicen que la Universidad no es necesaria para hacer arte.

Gracias y un saludo para vos también.

Buen día a todos.

Anónimo dijo...

MarianoCantoral:

En serio me parecés una buena persona y hasta aquí la dejo. Solo te invito a no caer en el jueguito de pretender impresionar a la mara con un montón de palabras para decir nada. Eso puede funcionar en los círculos (remedos de) intelecto-académico-culturales capitalinos, pero no todo el mundo es pendejo. Suponerlo es una falta de respeto para con vos mismo.


Que estés bien.

El broder