Cuando se inventó la televisión, y ésta empezó a llegar a
los hogares, se vendía bajo el ideal de que este aparato iba a reunir a la
familia, para que juntos observaran el programa favorito de todos. Sin embargo,
décadas después, la televisión ha sido, más bien, motivo de desunión. Y, aunque
toda la familia esté reunida para ver un programa, en realidad son soledades
quienes lo están observando. Este hecho ha merecido que la televisión merezca
más críticas como destructora de la cultura y de inteligencias.
Sin embargo, ha habido una tendencia para que la televisión
mejore y se elimine sus efectos perniciosos, como el sedentarismo y la poca
interactividad, lo cual es mucho más dañino para los niños pequeños, que,
embobados, podrían pasar todo el día observando la televisión.
Desde hace unos cuarenta años, Plaza Sésamo (Sesame Street,
en su nombre original en inglés), intentó hacer un cambio en esta tendencia, al
mostrarse como educativa y valiosa, sobre todo para el público infantil,
preescolar y escolar. Este programa era un bálsamo para la niñez, sobre todo
porque los programas infantiles se caracterizaron, por muchos años, por la
extrema violencia, como Tom y Jerry, La Gata Loca o Looney Toones, en que se golpeaban inmisericordemente, haciendo
creer a la niñez que la violencia era perfectamente normal y sin consecuencias.
En pleno siglo XXI, ha surgido una nueva generación de
programas educativos, especialmente para preescolares, que recoge todos los
avances en la ciencia pedagógica para aplicarla en sus programas. Y con motivo
del próximo Día del Niño, presento el siguiente análisis para poder comprender
un poco más a los pequeños de la casa.
LA NUEVA TELEVISIÓN INTERACTIVA
Si no estoy mal, el primer programa de esta tendencia habrá
sido Las pistas de Blue, estrenada en
1996. Se trata de una perrita caricaturizada que va dejando huellas en objetos,
para que su dueño, personificado por un actor de carne y hueso, devele el deseo
de la mascota. El programa se estrenó en el canal Nickelodeon, que se ha
caracterizado por la innovación de nuevas tendencias en la televisión, no solo
en cuanto a las técnicas para elaborar programas infantiles, sino también en el
contexto ideológico en que se producen.
Nickelodeon pareció haber encontrado la fórmula con Las pistas de Blue. Posteriormente, en
el 2000, estrenan Dora, la exploradora,
una niña latina en Estados Unidos, bilingüe, a quien le gusta salir a explorar
y resolver problemas, al paso de que va enseñando palabras en español al
original público infantil angloparlante. Cinco años después, como un spin off de Dora, surge Go, Diego, go!, un niño hispano, primo
de Dora, que sigue más o menos la misma tendencia. Solo que Diego se enfoca
sobre todo en la temática ambientalista y de protección de los animales y los
ecosistemas.
La misma Nickelodeon ha lanzado otros
programas similares, como El equipo
Umizoomi, de dos hermanos y un robot diminutos, que ayudan a resolver
problemas a niños de Umiciudad, utilizando las Matemáticas, en todas sus
disciplinas, desde la Aritmética, pasando por la Lógica Matemática y la
Geometría.
Las Mascotas
Maravillas es otro buen ejemplo, producido por Nickelodeon, en que tres
animalitos: un pollo, una tortuga y un hámster, rescatan a otro animalito en
problema. El objetivo pedagógico del programa es enfatizar el trabajo en
equipo, además de que la mayor parte de la trama es cantada en clave de ópera.
El último programa realizado bajo esta óptica es Ni Hao, Kai-Lan, una niña que se propone
enseñarnos a hablar chino mandarín, y reforzar la inteligencia emocional de los
niños.
Tras el éxito de esta tendencia de televisión educativa, Disney
Channel empezó a producir programas similares. La Casa de Mickey Mouse inició en 2006, con el ratón insignia de
esta productora, acompañado de personajes habituales, como Donald, Goofy,
Pluto, Minnie, Daysie, en mayor medida, y apareciendo con menos frecuencia:
Pedro, el profesor Von Pato, Clarabeya y Chip y Dale.
También ha producido, más recientemente, Jake y los piratas, en el cual retoman
al Capitán Garfio y su segundo a bordo, Smith, aunque el protagonista es Jake,
un niño pirata, y su tripulación, quienes, pese a ser piratas, son allegados de
Peter Pan, quien nunca ha aparecido, pero sí es referido en la serie.
Finalmente, Oso, agente especial, un
osito de peluche, que, a la usanza de los espías de la Guerra Fría, se le
asignan misiones para ayudar a niños pequeños a desarrollar por sí mismos
algunas actividades, como cepillarse los dientes, comer fideos sin ensuciarse,
o ponerse una curita.
El programa El jardín
de los sueños, producido por Cbeebies, también utiliza esta
metodología, aunque este canal está dirigido a niños entre 1 y 3 años, cuando
los anteriores referidos es para niños entre 3 y 5 años. Cbeebies tiene otro tipo
de programas, también muy buenos, pero que por su público objetivo, bebés, no
duran más que cinco minutos: también son pedagógicos, pero no pueden
CARACTERÍSTICAS
Este tipo de televisión posee muchas características del
proceso de enseñanza pedagógica. Es decir, tienen las siguientes
características: se fijan objetivos al principio del programa; celebrar cada
logro alcanzado; se busca que sea una enseñanza integral, que incluya el
fortalecimiento de las inteligencias múltiples (teoría desarrollada por Howard Gardner); ser
interactivos, esperando respuestas de los discípulos; ser incluyentes y no caer
en el maniqueísmo; utilizar muchas repeticiones como herramientas para el aprendizaje;
uso de herramientas específicas que ayudan a facilitar la tarea, y finalizar
resumiendo todo lo sucedido.
Repasaré estas características haciendo alusiones a algunos
programas.
RUTA TRAZADA
Cada programa presenta un problema, que se anuncia desde un
principio. Los personajes se mueven con el fin de solucionar el problema.
Usualmente, el objetivo general se divide en tres, que serían los objetivos
específicos; el tercer objetivo específico es, además, el objetivo general.
Cada programa resuelve esto de diferentes formas.
El más pedagógico, a mi gusto, es Dora, la exploradora. En la introducción, se establece el problema,
que usualmente es un lugar a donde llegar (porque Dora casi siempre se propone
llegar a un lugar). Cuando se establece a dónde deben ir, Dora consulta el
Mapa, que es un personaje habitual. El Mapa posee la ubicación de todos los
lugares. Para llegar al punto deseado, propone dos puntos intermedios, es
decir, tres lugares por dónde pasar. Estos tres se convierten en los objetivos.
Go, Diego, go! que
en su estructura es muy similar, resuelve esto en forma similar. Diego casi
siempre tiene que viajar para salvar a un animal en peligro. Con la ayuda de
una cámara mágica, logra ubicar al animal en medio de la selva, y luego hace un
alejamiento para ver un panorama más amplio: allí se pueden ver desde ya dos
puntos intermedios, que le servirán al personaje de guía para poder llegar.
En el caso de Las
pistas de Blue, los tres objetivos se van marcando porque la perrita deja
siempre tres huellas en objetos. Cuando se encuentran estos tres, el dueño de
Blue se sienta en su “sillón para pensar”, y trata de descifrar lo que Blue
quiere.
En Oso, agente
especial, cada tarea que debe enseñar a los niños pequeños, está conformada
por tres pasos, que se los dicta un aparato electrónico especial que el osito
de peluche tiene en su chaleco. Por ejemplo, para lavarse las manos, los tres
pasos serán: mojarse las manos, echarse jabón y secarse.
En el caso de La Casa
de Mickey Mouse, los objetivos se van marcando por las herramientas que se
utilizan. Usualmente son cuatro herramientas que les son dadas al principio
para cumplir la misión, solo que los personajes no saben exactamente para que
les servirán. Solo a medida que avanzan, se dan cuenta de qué herramienta
necesitan. Siempre se les incluye una herramienta “misteriosa”, que no es
visible, y que es utilizada solo cuando ya no queda otra, o cuando es evidente
que otras herramientas no son útiles para las necesidades
CELEBRACIONES
El proceso pedagógico requiere que con cada logro, se haga
una celebración. En este caso, con el cumplimiento de cada objetivo específico
o paso, cada programa lo evidencia de alguna forma. Y cuando se cumple el
objetivo general, la celebración es mayor.
En el caso de Dora, una orquesta de insectos, que va a
acompañando a Dora, ejecuta una fanfarrea, que es más efusiva al final. Además,
se canta una canción, que repite cada programa “Lo hicimos, lo hicimos, lo
hicimos muy bien.” En casi todos los programas es similar. En Las pistas de Blue, cada pista
encontrada es anotada en una libreta, y cuando se descubre el misterio, se
canta una canción. En La Casa de Mickey
Mouse, se canta y se baila la Mouse
que Marcha. El Equipo Umizoomi
invita a bailar, mientras que Jake y los
piratas cuentan los doblones de oro que fueron encontrando en el camino;
con cada objetivo cumplido, se les entrega cierta cantidad de doblones, según
la dificultad del objetivo, y finalmente se cuentan todos, con una canción. Oso, agente especial recibe una medalla
tras completar una misión, mientras que Las
Mascotas Maravilla reciben un trozo de apio, comida que les encanta.
INTELIGENCIAS
MÚLTIPLES
Cada programa se esfuerza por tener un desarrollo integral,
siguiendo las teorías de las inteligencias múltiples de Howard Gardner y sus
continuadores, que son las inteligencias: matemática, espacial, lingüística,
musical, afectiva, etc. Y aunque tengan una tendencia especial hacia cierta
inteligencia, tratan de incluir todas las inteligencias.
El equipo Umizoomi
es un caso particular, porque su objetivo es reforzar especialmente las
matemáticas. Mientras que Ni Hao, Kai-Lan
busca la inteligencia afectiva. Go,
Diego, go! refuerza el área ambiental.
REPETICIONES E
INTERACTIVIDAD
La Pedagogía ya había descubierto que la repetición es útil
para el aprendizaje. Solamente que erró el camino, porque consideró que leer
infinitas veces hasta aprenderlo de memoria era el camino. Las repeticiones son
útiles cuando los niños empiezan a descubrir cosas conocidas dentro de lo
desconocido. Es por ello, que en la nueva televisión educativa, estas
repeticiones se forman por clichés o gags de los personajes, que se repiten en
todos los programas. Las canciones son un buen ejemplo de ello. En Dora, casi siempre cantan una canción
entre objetivo y objetivo, que ha tenido algunas variaciones con respecto a las
temporadas. O bien, las mismas canciones de celebración son parte de estas
repeticiones, o la aparición de ciertos personajes.
Las Mascotas Maravilla
cantan casi toda la trama en clave de ópera, y existen ciertas estrofas que se
cantan en cada programa, a tal punto que los mismos niños empiezan a cantarlas.
O bien, en Oso, agente especial, que
repite “Todo es parte del reto… bueno, más o menos”, cada vez que se equivoca.
Estas repeticiones solo sirven para marcar ciertos puntos,
aunque se incluyen de tal forma que no consuman mucho tiempo. La mayor parte de
la trama es desconocida.
Asimismo, esta nueva televisión educativa invita a la
interactividad. Donde es más evidente, es que los personajes lanzan preguntas a
los televidentes, intentando romper la barrera de la llamada “cuarta pared” (en
las teorías de Brecht). Pero no solo preguntan al niño televidente, sino que
dejan un lapso en silencio, en el cual se supone que los niños responden.
Los niños tienen algunos mecanismos para responder. En Las pistas de Blue, hay una voz
infantil, de un personaje que no se mira nunca, y que supone ser la voz del
niño espectador. En Dora, se les
presentan las opciones en forma visual, y una flecha (como si fuera el puntero
del mouse de la computadora” elige la opción correcta. El niño, idealmente,
está señalando la opción correcta con el dedo. En Diego, es similar, solo que sin puntero del mouse, sino que la
opción correcta se ilumina.
En los programas de Disney, usualmente dejan un espacio
para que el niño responda, y el personaje simplemente interacciona según la
respuesta esperada. Por ejemplo, Mickey Mouse siempre pregunta al inicio del
programa: “¿Quieres entrar a mi casa? (espacio de unos cinco segundos) Muy
bien, pasa adelante”, y la cámara se abre como si caminara, simulando el
movimiento del niño.
INCLUYENTES Y SIN
MANIQUEÍSMOS
Estos programas tienen la característica de ser incluyentes.
Por ejemplo, es más que evidente que Dora
es una niña latina, que debe desenvolverse en inglés (Estados Unidos,
obviamente), pero que en su casa habla español, por lo que su objetivo es
enseñar algunas palabras en español a los televidentes (en su versión traducida
al español, es al revés, intenta enseñar inglés). Otras personas se dividen
entre los que hablan inglés y español, sin que existan conflictos entre ellos.
Incluso, Botas es un mono que habla inglés (en el original) y es el mejor amigo
de Dora. Es obvio el intento de inclusión de los migrantes latinos, usualmente
discriminados en Estados Unidos. El mismo hecho es el de Diego, que también es
latino, y de igual forma es bilingüe.
De la misma forma, se incluyen personajes que usualmente son
discriminados en la vida real, como las diferentes etnias o personas con
discapacidad. Además, la mayoría de personajes son femeninos, rompiendo la
hegemonía de personajes masculinos en las caricaturas. El mejor ejemplo de ello
es Las Mascotas Maravillas, porque de
los tres animalitos, dos son hembras, incluyendo a la líder, una hámster.
Además, se invierten los roles de género, porque el otro personaje femenino,
una pollita, tiene actitudes que usualmente se atribuyen a los hombres, como la
valentía, y el tercer personaje, una tortuga macho, tiene actitudes femeninas,
como ternura y paciencia.
En cuanto al maniqueísmo, estos programas evitan simplificar
las categorías de bueno y malo, eliminándolas. De hecho, ningún personaje es
mayoritariamente malo, sino que simplemente tiene algunas actitudes negativas.
Por ejemplo, en Diego, se enfrenta
con un par de monos que crean problemas, pero no por maldad, sino por descuido.
Luego de que Diego les hace ver el error, ofrecen disculpas y prometen no
volver a hacerlo.
Los programas de Disney dan un giro a su tendencia maniqueísta
original. En Mickey Mouse, Pedro,
personaje que ejecutó papeles de malo (de hecho, en películas anteriores, este
personaje era llamado “Pedro, El Malo”), deja de serlo. Interactúa con los
personajes y usualmente ofrece algunas dificultades para el desarrollo de la
resolución del problema, pero no por maldad, sino que a veces por torpeza o por
ignorancia. Además, es evidente que antaño era representado con una pata de
palo (también se le llamaba antes Pedro Pata de Palo), pero ahora aparece con
sus dos piernas, para eliminar la relación entre maldad y discapacidad, que es
incorrecta.
En Jake y los piratas,
el Capitán Garfio sigue siendo un antagonista, pero no con maldad verdadera,
sino con problemas y motivaciones contrarias, que los hace competir con Jake. A
veces se unen al final, porque perciben que buscan lo mismo.
Otro detalle que hay que agregar en esta cuestión de
personajes buenos-malos, es que los protagonistas, que intentan comportarse
bien (aunque a veces tengan comportamientos erráticos) buscan imponerse de
buena forma cuando otros personajes, moralmente no tan buenos, intentando
portarse de un modo no correcto.
El ejemplo más claro, nuevamente, es el de Dora, la exploradora. El Zorro, el
personaje con más actitudes negativas, usualmente intenta quitar los objetos a
la protagonista. Para evitarlo, Dora sabe que diciéndole enfáticamente que no,
el Zorro terminará por irse. “Zorro no te lo lleves, Zorro no te lo lleves,
Zorro no te lo lleves”, repite para imponerse, sin recurrir a la violencia.
Ello también refuerza el concepto que no hay que permitir que la maldad impere,
lo que revierte la idea tradicional de que el “bueno” no tiene muchas
herramientas ante el “malo”.
Sin embargo, de vez en cuando, el Zorro logra quitar el
objeto, como para enseñar de que no siempre las cosas salen como se quiere.
Cuando esto ocurre, el Zorro lanza lejos el objeto; y cuando surge la
desesperanza entre los personajes, éstos se disponen a enmendar la situación y
se ponen a buscarlo. Esto también refuerza el concepto de que no se pueden
quedar con los brazos cruzados cuando hay contratiempos, incluso si éstos
fueron provocados por personajes maliciosos, y que provocan problemas aun
cuando no hay razón aparente.
RESUMEN
Finalmente, los programas terminan siempre con una
recopilación de lo aprendido. Dora
pregunta siempre al final: “¿Cuál fue tu parte favorita?”, y tras unos segundos
de espera, para que el niño televidente comente, ella y Botas dicen su parte
favorita, a modo de resumen. “Diego”, arma un rompecabezas de cuatro piezas con
el animal rescatado. Cada pieza aparece después de hacer una pregunta y que el
niño responda correctamente.
Durante la “Mouse que Marcha”, Mickey Mouse recuerda lo que
hicieron en la aventura del día, y Oso,
agente especial recuerda cuáles fueron los tres pasos que siguieron para
completar la tarea asignada. El jardín de
los sueños, de Cbeebies, termina con un cuento para que los personajes se
duerman; el cuento es la misma historia que ellos vivieron durante el programa,
pero no se dan cuenta; pero el niño lo debe percibir como una historia
conocida, en la cual repasan lo ocurrido.
CONCLUSIÓN
La nueva televisión educativa pretende empezar a influir en
la conciencia de la niñez desde muy temprana edad. Los ejemplo acá vistos se
refieren para un público entre 3 y 5, etapa en que el niño aún no ha empezado
su educación formal, es decir, preescolar. Hay programas que incluso ya van
dirigidos a niños entre 1 y 3 años, que son más simples pero también con
intenciones educativas.
¿Es esto lo ideal? Quizá, no. Pero al menos, la televisión
empieza a eliminar algunos componentes negativos, como la violencia dentro de
las caricaturas. En un mundo moderno, es casi imposible esperar que un niño
pase sin que la televisión sea al menos un momento del día. Idealmente, se
espera que el niño no pase todo el día pegado a la pantalla, y que se dosifique
la televisión a pocos minutos, quizá no más de una hora. Incluso, los mismos
creadores de estos programas advierten sobre los problemas del sedentarismo que
provoca la televisión, y mueven a los niños a moverse dentro del mismo
programa. Incluso, algunos programas atacan este problema, como es el caso de Lazy Town, un programa cuyo objetivo son
niños entre 5 y 10 años y los invita a hacer ejercicio; incluso, hay personajes
que pasan todo el día practicando videojuegos o viendo televisión, y se les
corrige por esta actitud negativa.
Pero, volviendo al punto, la televisión está asumiendo cada
vez más un rol más importante en lo que se refiere a la transmisión de
ideologías. Ya no le basta con los programas de opinión o los noticieros
dirigidos hacia el público adulto. La transmisión ideológica ahora se inicia
desde la temprana edad, ofreciendo a los niños algunas tendencias de lo que el
mundo globalizado considera positivas: trabajo en equipo, corrección política,
tolerancia a las diferencias, protección al medioambiente, etc. Claro está, que
todo ello, inmerso en las tendencias globalizantes, hace correr el peligro de
que los criterios se vayan unificando, eliminando las diferencias locales y
haciendo de todo un producto uniforme.
Louis Althusser, en su ensayo Ideología
y aparatos ideológicos de Estado, advertía que la escuela se había
constituido como el mejor mecanismo de transmisión ideológica del Estado, sobre
todo porque en el siglo XX ya se había aceptado como “buena” la noción de que
todo niño debe estudiar, al menos completar la primaria. Desde la escuela (y,
por extensión, todos los establecimientos educativos), los grupos de poder
pueden transmitir su ideología a los más pequeños, quienes crecerán adquiriendo
estas conductas, además de que, a fuerza de repetirlas en la casa, también las
pueden transmitir a sus mismos padres.
“Ningún Aparato Ideológico del Estado dispone durante tantos
años de la audiencia obligatoria (y, por si fuera poco, gratuita...)” que la
Escuela, escribe Althusser en ese ensayo.
Sin embargo, el modelo educativo de la escuela ha tenido
siempre muchas críticas, y que cada vez van más en aumento debido a que se
profundiza la crisis, por la necesidad de más maestros y más recursos para la
población educativa, y esta demanda no puede ser cubierta, profundizando las
deficiencias. Por ello, la Pedagogía actual ya no se limita a concentrarse en
la escuela, sino que busca otras formas para hacer una educación integral.
La televisión, por ejemplo, es una de ellas. Y quizá una de
las más poderosas, porque este aparato se ha constituido como uno de los
objetos infaltables dentro de los hogares. Si Althusser consideraba que la
escuela tenía un enorme poder, no solo por estar dirigida a niños, sino por su
carácter de gratuidad y obligatoriedad que la mayoría de Estados habían
declarado, sin duda que estaría sorprendido al ver estos programas de las
nuevas tendencias de educación educativa; la televisión no solo es gratuita (en
la mayoría de canales) sino que tiene un carácter de obligatoriedad, y ello sin
que esté regulado por las leyes de los países. No, Althusser nunca vio a Dora, la exploradora; si lo hubiera
hecho, hubiera sido un capítulo más en su ensayo sobre las transmisiones de
ideologías y hubiese concluido que la televisión dirigida a los preescolares
era mucho más potente que la misma educación primaria.
1 comentario:
Excelente informacion mis hijos tienen 2 y 5 años respectivamente y les encanta los programas educativos el mayor ahora esta cambiando sus gustos y ya no mira tanto cbeebies ahora le gusta mas discovery kid caso contrario el menor que es fiel a la cadena londinense, desde el punto de vista paterno creeo que los programas de antaño (de los cuales muchos crecimos con ellos) promovian si no expLicitamente de una forma subliminal el ABUSON o lo q hoy se conoce como BULLY es de esperar que esta nueva generacion evolucione desde el origen su manera de ver el mundo. F.Nelson
Publicar un comentario